Nadie viene

martes, setiembre 9

La mañana

A la mañana nos despertamos juntos. Juntos hasta ahí. Mojo una galletita surreal en el café con leche mientras Sabora se prepara para salir más temprano de lo normal. El silencio, con estrépito matinal de trompetas, se confunde con la despareja melodía que sale de los resortes de la cama, hecha de ruiditos secos, los mismos que puede proferir un engendro con su inocente porfía en la sala de parto. Así es como se amplifican y así también como se dispersan, con la misma urgencia del retardado, en un tic, o en muchos, probablemente con la misma velocidad con que se bautizan las moscas en una volqueta. Pero es cuando Sabora cierra la puerta, justo después del Nos vemos, que las moscas se esfuman y todo parece un canto pero al revés, una fuente pletórica de aire diseminado por mi cabeza. Llegué tarde, me digo, siempre me digo lo mismo, tarde. Lo que pasa es que hay Delay, Darío. Paciencia. De nuevo, ¿por qué no empezamos de nuevo? ¿A dónde te pensás que vas? ¡Sabora! ¡Sabora! Como un detalle casi protocolar, el golpeteo retumbón de la puerta deja un vientito incierto, que, justo es decirlo, no desafía la tartamuda precisión que alcanzan las cosas en su discreto pe pe pe riplo. Tal vez una simple frutilla de plástico, con su fulgor infinitamente monótono, logre darle una exactitud diferente a mi pe pe pe riplo, el tipo de precisión de una cosa en una mudanza, pienso en un piano sostenido por dos vermicelli bajando por una escalera, ¿por qué no? No es mucho pedir. Termino la galletita con una náusea, y después, naturalmente, vomito. En la forma de una insospechada catarsis salgo del bache tempranero y asomo la cabeza por la ventana. Por suerte Los Chinos ya están abiertos. Tal vez hoy sea un día con suerte y logre dar con una frutilla, sólo una, nada más, suficiente para unos pocos destellos, como los de una vela encendida casi por las dudas durante el día. ¿Y ese olor? Otra vez ese olor exactamente a qué, pero mezclado con otro. Es el vómito, claro, el vómito inaugural, descorchado y desparramado sobre la mesa. Lo limpio pero queda una resaca, el ripio, la pucheta enganchada exactamente al qué del insistente perfume. Cuando decido, por fin, bajar a probar suerte con Los Chinos (la suerte con Los Chinos es un camino sembrado de rosas ecuatorianas) abro la puerta y, en un movimiento espontáneo de curiosidad, me doy vuelta para ver lo que queda. Un vago polvo, apenas una nubecita acorralada por cuatro paredes, rebotona, empimponada. Con asombrosa simpleza mecánica, aprovecho para agarrar el pasquín y bajarlo conmigo, directo a la volqueta. Abajo parece todo distinto, el aire límpido, de una pureza sospechosa, parece borrado por una goma de pan. Sólo una miga, o un panadero, se obstina como un insecto, desciende con embriaguez de dandy desde el cielo brillante, pintado con destreza de paisajista. Me zambullo, entro. Cruzo la calle y me deshago del oscuro pasquín. No había terminado de soltarlo cuando de repente, en una imagen, juraría, retocada, veo dos cabecitas asomándose por entre las bolsas de basura que se cuelgan de la boca de la volqueta… ¡Dos flores en un basural! Me refriego los ojos a lo dibujito, pero es inútil, sigue todo como está, ni el delicado cortejo de moscas se detiene. Indolentes, entre nudos resbalosos, sólo cuando los veo con claridad y pierden su aureola de aparecidos sé que son ellos, invocando una lujuria demasiado excéntrica, quizás tardía… ¡La puta madre! ¿Qué hacen acá, muñecos de mierda? Acá no valen nada. Una vieja tiempo loco se acerca y me dice que escuchó que los basureros levantaron la huelga. Era hora, opina. Faltaban las gaviotas. Acá no valen nada, seguro, ni dos pesos livianos. Pero llegan demasiado tarde, ¿qué se piensan?, prosigue la vieja. Lo que pasa es que hay Delay, Darío. Paciencia. Sumido, algo así como un samurai con el honor tocado, en una pletórica aspereza interna, me llevo sus cuerpitos de sparring al bolsillo. Buenos días, señora. Buenos días, joven. Ya adentro de Los Chinos es otra cosa. Otras cosas. Lo primero que veo es una cajita de caldos pegada a una espiral mata mosquitos, tan adherida que la extremidad de la espiral está amputada por uno de los bordes del caldo. Es un extraño ritual masoquista, probablemente, una forma particular de relacionar los objetos que se multiplica orientalmente a todo cuanto hay en el negocio, donde hay lugar, tan sólo, para lo que se acalda, lo que se funde en una abigarrada lógica decorativa: Minimalismo Caldo. ElpadredeChan me saluda y se le dibuja un tercer ojo en la boca, una sonrisa leve y amable forjada por el hábito. Vamos a ver qué pasa, me digo. Y lo que pasa, primero, es un ruido y luego una sombra, que nace detrás de la estantería que divide el almacén y se alarga hasta la heladera de los fiambres. Me fijo en la caja pero ElpadredeChan permanece atrás, parado en el mismo lugar, captado por el aire propio del comercio. Entonces hay alguien más. Pronto el sonido del contacto de sus manos con algún envoltorio cede ante la cautela de unos pasos fantasmales, flotantes. Doy vuelta por la esquina de la estantería y, por fin, miro. Nada. Nadie. Ahora se repite al revés, como si tuviera un vo dejá. Justo después de que sus manos dejan de revolver y un ambiguo silencio se apuesta entre las capas de aire espeso, miro para abajo, al costado de las galletitas. Sobre un pequeño espacio de madera hay un vacío, quizás el único en todo el almacén, en el que se pasman, juguetonas, las frutas de plástico. Ahí está la frutilla, una, sola y majestuosa. La tomo, o mejor dicho la recolecto, como a un tesoro largamente buscado, y en un discreteo de maniático me voy a la caja, hasta que la pago. Al fin es mía.

martes, agosto 26

¡Sabora, Sabora!

Me despierto de noche sobresaltado. La agitación es tal que la primera impresión del cuarto me llega en cámara lenta, lentísima pero con pasmosa insistencia. Salvo Sabora. Sabora está quieta al lado mío. Es lo único que no se mueve, la única evidencia objetiva que, al menos sutilmente, momifica la habitación. Me pregunto si tiene vida interior, le preguntaría, de hecho, ahora mismo, si además de respiración, si además, incluso, de algún fantaseo inconciente, hay algo más adentro suyo. Algo, un sí sé qué... Sabora, Sabora, ¿pasan cosas ahí adentro, es decir, pasan, se mueven? La toco. La sacudo. Me la toco. Me la sacudo. Un escozor recorre mi pelvis como un ejército de hormigas enfiladas hacia el hormiguero. Sabora, Sabora, despertate, estoy como loco. Dale, sólo diez minutos y te volvés a dormir. No te jodo más. Ahí va. Unos minutos nomás. Pican, las hormigas me están picando Sabora. Ahhh. ¿Sentís algo? ¿Qué estás pensando la puta madre? Sos una momia, una momia que no baila, ni siquiera una mueca, algo, algo, por lo menos. Pienso que tengo pensar… Pienso qué tengo que pensar. Uy, uy, qué ingenioso, pienso, hasta que, por fin, después de… “todo”, se me ocurre algo, por lo menos algo provisorio, para salir del paso: Ir al baño y buscar consuelo con mi propio yo, esto es, conmigo mismo, con un onano de baño. Después de todo siempre se ven onanos de madrugada, peruanitos, pajuelos, todo tipo de apariciones amparadas en las propiedades curativas y creativas del insomnio… ¡Miren, ayer no pude dormir nada y se me ocurrieron un montón de cosas! Así, con la cantada coronación del acto terapéutico, llega, a cuentagotas, llegan, los balances. Los balancitos, ahí van: Lo cierto es que entiendo poco lo que me pasa. Veo un rostro elegíaco, sí, un poema, mi cara es un poema… ¡La caripela!, y si moviera los brazos un poco no serían más que manotazos de ahogado con aire de sobra, pura gimnasia, un extraño pasatiempo de zombie… ¡Miren, ayer no pude dormir nada y se me ocurrieron un montón de cosas! Sigue flotando, la caripela, sigue flotando porque todo lo demás pasa con ritmo de caminante perturbado, hasta que salgo del baño. Por fin vuelvo, y es que, siendo bastante improbable que esto se trate en realidad de, cómo decirlo, otra realidad, por ejemplo un sueño, tengo que volver a la cama sin más explicaciones que la de los balancitos. Ahí están, pocos onanos, apenas uno por lo menos. Me acuesto de nuevo con la comodidad de haber recuperado no sé, mi identidad supongo, o parte de mi adormecida clarividencia, que, a esta altura de la noche alucinada, surreal, de marca de galletita, retoma su estado de repetida propaganda del hábito. ¡Esto es así siempre señores!

martes, junio 24

La frutillita

¡Claro! Más bien. ¿Qué va a decir? O no dice nada. Hace tiempo que no dice nada. O dice poco. Por eso mismo, porque habla poco últimamente, es que me levanto y voy a la mesa, no sé muy bien a qué, probablemente para no sentir tan de cerca su respiración que es la evidencia más elocuente de que un hueco se ha instalado junto a nosotros como se instalan, a veces, las visitas inesperadas. Tampoco es para tanto, pienso, después de todo, los huecos, no son más que espacios de ventilación, ¿no? Sólo eso. La mesa ni la registro, así que sigo rumbo a la biblioteca hasta que me detengo, no porque algún libro me llame especialmente la atención, sino porque, en un desprendimiento repentino de lucidez, me doy cuenta de que no persigo ningún objeto más allá de la preocupación por mantener mi cuerpo en movimiento, aunque sea con la torpeza sigilosa de un sonámbulo, sí, a eso me parezco, a un sonámbulo. O a un gil. O a las dos cosas juntas que, combinadas, sintetizan una potente fórmula de atolondramiento. Con la mirada perdida, o bien con la mirada hacia adentro, sigo algunos de los libros, que son pocos, por lo que en un pestañeo, también atolondrado, me doy contra el blanco de la pared. Es una biblioteca modesta, de apenas dos estanterías, con unos pocos libros tribuneros bastante desvaídos, a excepción de “El sendero en el bosque”, de Adalbert Stifter, que parece una de esas flores imposibles que crecen en el medio de un cactus, copetudas, con austera exuberancia, con ese influjo hipnótico que sólo despiertan las flores de plástico en la decoración de una mesa. Una vez tuvimos una discusión sobre la decoración de la mesa, ahora recuerdo, yo quería, no sé muy bien por qué, poner flores de plástico o no sé si eran frutas, sólo un par de bananas y uvas y una frutilla, sobre todo una frutilla de plástico que no encontraba por ningún lado, ni siquiera en Los Chinos. Ella no. Decía que prefería las cosas naturales. Las flores naturales son auténticas, todo lo natural es auténtico, me dijo. Además su fragancia (supongo que se refería al olor) no la cambio por nada del mundo. Pero se pudren enseguida, le dije. Lo que yo quiero es que se queden ahí. Lo mismo que la frutilla. Quiero que no se mueva de la mesa. Que no se pudra. ¿Qué vas a poner? ¿Una frutilla de verdad para que empiece a largar olor a podrido o para que te la comas a las dos horas? A partir de ese momento siempre venía un silencio, un agujero en la conversación que en realidad no es más un agujero plano, sin lógica, un vacío tanto en su cabeza como en la mía. De pronto veo que, sobre Stifter, y también sobre algunos otros, hay una especie de periódico, o una revista, doblada en varios pliegues. No es un objeto que reconozca, lo que no quiere decir que no haya estado ahí durante tanto tiempo como cualquiera de los otros objetos que distingo como habituales: libros, velas, botellitas de colores y un par de muñecos de arpillera. Los dos muñecos son lo único que podría definir como mi humilde aporte ornamental al apartamento, aunque no sea más que un aporte de mi madre y de la madre de mi madre, no de mi inventiva. Quizás el hecho de que los monigotes representen una suerte de parejita estable y feliz sea sí, por fin, un hallazgo personal, pero cuesta creer que no se le haya ocurrido a mi madre o a la madre de mi madre o a cualquier otro. Sea de quién sea la ocurrencia, si de mi madre o de mi abuela o de algún ingenioso miniaturista, lo cierto es que, curiosamente, esta simpática pareja inanimada ya no está, se esfumó, ha desaparecido como por arte de magia, y recién ahora me doy cuenta de que no hay nada en su lugar más que aire. Reacciono con ingenuo desconcierto y estiro el brazo hacia los muñecos para confirmar, supongo, que no están y que el aire no es más que la comedia de un cambio, un cambio de aire, el ligero corrimiento de un eje… ¿Qué está pasando? ¿Y los muñecos?, le pregunto, Sabora, ¿dónde están los muñecos?, repito. Ante la sospecha de reacción disparatada me calmo y agarro la revista. Enseguida se produce un vientito, fruto del propio impulso de la muñeca, y un fuerte olor a tinta se me impregna en el cuerpo. La tapa está salpicada de manchones de sangre que parecen estrellas, o al revés, y un negro abismal que lo cubre todo. Quiero decir que el color negro está encarnado en un negro abismal, un hombre prácticamente azul de proporciones descabelladas… ¿Qué es esto? ¿Qué hace un negro de dos metros en la portada de un pasquín? La pregunta queda un poco despejada cuando leo el título en letra rústica: Kambio Afro. Pero sólo poco. Apenas un rayo de luz y listo, todo tapado de nuevo por un nubarrón, mejor dicho, por un enorme toldo oscuro como el infinito confuso. Algo como un espasmo mental me arroja hacia afuera. ¿Y esta revista Sabora?... Sabora, ¿de dónde salió este pasquín? No me contesta. Lo que se oye es el televisor encendido y todo quieto, todo fotografiado, hasta el perfume extrapolado del living. Shhhhh, no puedo escuchar lo que dice si seguís hablando. ¡Escuchá!, y me señala la tele. Tiene la concentración de una estatua. Intento observarla por primera vez en el día, o en mi vida, por qué no, y el ejercicio se descubre como ridículo enseguida. Es como si ya no la viera. Lo curioso es que la primera vez que la vi pensé que estaba frente a una figura esculpida, precisamente frente a una estatua… ¡Y ahora mismo estoy frente a una!, frente a otra, no sé si trata de estatua viviente que ha perdido el control de su cuerpo, su depurada técnica. No sé nada, aunque quisiera saber menos, sería quizás mejor, probablemente mucho más gratificante sería zambullirse en la amplitud enciclopédica, ilimitada, de una laguna mental plateada como una pista de patinaje. Pero para eso me falta, cómo decirlo, la habilidad innata, la competencia, ser federado en patín… ¿Son plateadas? Cuando las cosas no están en su lugar, se nota, no tanto como para experimentar extrañeza, pero capaz que algo parecido, algo como… no sé, algo parecido. Otra cosa, es como si fuera otra cosa en lugar de otra, y en el medio el aire espeso, que se pega como un zángano en todas partes. Me pregunto por qué tanto. ¿No es un abuso? Entonces las patas rápidas, histéricas, invaden mi cara, la tapan completamente. Un perfume violento lo copa todo, un olor exactamente a qué… Sabora, ¿de dónde viene ese olor?... ¡Sabora!, le llamo tímidamente la atención. Un mareo repentino me provoca una nausea que no es para tanto, mis ojos se achican o la ilusión de que el living es una casa de muñecas, no, de muñecos, de muñecos extraviados transforma cada objeto en una réplica minúscula, en una escenario de espacios reducidos, sólo un juego. Por un instante me siento un juguete, pero de qué, de quién. ¿Qué te dije?, me pregunta Sabora, con tensa discreción, mientras mis ojos retoman su normalidad. ¿Qué te dije de qué?, le pregunto yo, sorprendido. Que no molestes que estoy escuchando… ¿No ves lo que pasa? Apareció Edgardo Ortuño. ¿Qué? Sí, así como lo escuchás, ¡Apareció Edgardo Ortuño! Sus ojos adquieren un brillo especial y su cuerpo, frente a la tele, toma un carácter novedoso, propio de los que observan cómo sus ideas son perfectas en otra boca más notoria, la boca de Edgardo Ortuño… ¿Quién es Edgardo Ortuño Sabora? No sé de qué estás hablando. Y luego, redoblo la apuesta: ¿Por qué últimamente no sé de lo que hablamos? Ni siquiera sé si hablamos de algo. Hasta ahí llega. Un mesías inquieto, con cuerpito infantil se adelanta. El agujero. El hueco anunciado en el juego torpe de la conversación se abre, se extiende como el único invento posible. No hay nada más que Edgardo Ortuño, que súbitamente devora todo lo que no se me ocurre, a lo pac man. Por fin decido observar la imagen de la tele, y, ¡ahora sí!, no salgo de mi asombro… ¡Es el negro del pasquín! Pero nada que ver. Son como dos negros en uno. Agarro el periódico y, efectivamente, dice: Acá está Edgardo Ortuño. Enorme, de dos metros por lo menos. Y el de la tele es casi un botón, preciso, simple, funcional. Lo primero, en realidad lo único que se me ocurre es que se trata de un truco, de golpe todo, tal vez por comodidad, lo veo como una farsa mal pensada y me voy a dormir. Suficiente por hoy.

lunes, marzo 10

300

proyectándonos

miércoles, marzo 5

Feliz Año!!!!!!


miércoles, febrero 27

?

Tenfield S.A., por este intermedio, informa:

1) El lunes 4 de febrero de 2008, en el Estadio Centenario, en el entretiempo del partido Nacional-Universidad de San Martín, se realizó un sorteo entre los talones de las entradas vendidas en los espectáculos de fútbol que se llevaron a cabo el 23, 26, 28 y 30 de enero por la Copa Ricard y 2 y 4 de febrero por la Copa Suat.

2) El talón ganador extraído correspondía a la Serie 825, No. 4.402, de la entrada vendida para la doble jornada del 2 de febrero de 2008. Se abrió un plazo de 10 días para que se presentara el poseedor de la entrada, el que venció el 14 de febrero de 2008, sin que nadie se presentara.

3) El 15 de febrero de 2008 se abrió un nuevo plazo de 10 días, esta vez para que se presentara, el poseedor de la entrada que fue extraída en segundo término, previendo la posibilidad de que el ganador no se presentara. El mismo correspondió al talón Serie 614, No. 2.478, correspondiente a la Tribuna Ámsterdam, boleto vendido en la doble jornada del 28 de enero de 2008. Vencido el plazo, el 25 de febrero de 2008, nadie se presentó.

4) En consecuencia, y de acuerdo al reglamento que rigió, comunicamos que el día 26 de febrero de 2008, se abrió un nuevo plazo de diez días, para que se presente el poseedor de la entrada correspondiente al talón Serie 826, No. 8.243, correspondiente a la entrada vendida en la doble jornada del 28 de enero de 2008, Tribuna Colombes. Este plazo vencerá el 6 de marzo de 2008, a las 20.00 horas. El poseedor de la entrada mencionada, deberá presentarse en la sede de Tenfield S.A., calle Divina Comedia 1521, de 10.00 a 20.00 horas.

5) Tenfield S.A. recuerda que se sorteó un Chevrolet Spark, O km., y el sorteo llevado a cabo con el reglamento que lo rigió, fue notarialmente controlado por el Esc. Menoni.


viernes, febrero 22

Es claro


martes, diciembre 4

Altruismo y Despegue

RESUMEN


En esta investigación se utiliza una variante del modelo de generaciones solapadas con votantes utilitaristas en el cual un gobierno deja de pagar las jubilaciones por un lapso de tiempo. El modelo supone un aumento exógeno del altruismo en los beneficiarios de la seguridad social que cambia las preferencias de política hacia una estructura del gasto enfocada en la inversión en “infraestructura social”. Se realizaron simulaciones con el método de Martin Parodi con parámetros del caso uruguayo en tres escenarios: el dinero ahorrado durante diez años se invierte bien, más o menos o mal. Las conclusiones en los tres escenarios son similares pero de distinta magnitud: si se invierte mal, en 10 años pasamos a Portugal en el IDH; si se invierte más o menos entramos en el G8 y por último si se invierte bien pasamos a ser el ejemplo de todas las recetas chotas y simplistas que se hagan en los próximos 20 años.


Palabras clave: altruismo, transferencias, public choice, Ernesto Murro, Talamás

Clasificación JEL: Y2K, ABC1, Turk182


jueves, noviembre 29

Como todos los años queleponé se une a la TELETON


Veis, aquí estamos otra vez.
Veis, aquí estamos otra vez.
Acción, venganza, violencia, progreso.
Armados a conciencia asumimos el reto,
vengaremos a las víctimas del monte Taigeto.
Justicia ciega, justicia en braille.
Para feos y mutilados ha empezado ya el baile.
Empalamos culturistas, quemamos gimnasios.
En la sauna se cuecen: son gusanos.
Y con lámparas de escroto de ciclista
sobornamos al que tiende cuerdas de funambulista.
Somos peligrosos, somos guerrilleros.
Terroristas diletantes, tiembla mientras puedas,
ésto no es un juego:es ACCION MUTANTE.
Mens sana in corpore tullido.
Mens sana in corpore tullido.
Esta consigna nos mantiene siempre unidos.
Mutilación obligatoria, amputación por decreto:
queda prohibido ser un hombre entero.
Cojos, siameses, paralíticos, ciegos,
uníos a la causa, juntos venceremos.
El Capitán Silver y Zarpa de Aceronos v
en orgullosos siguiendo sus pasos
Podremos ser reyes, follar sin descanso.
Podremos ser héroes sin piernas ni manos.
Somos peligrosos, somos guerrilleros.
Terroristas diletantes, tiembla mientras puedas,
ésto no es un juego:es ACCION MUTANTE.
Haz como Johnny y coge el fusil.
Haz como Johnny y coge el fusil.
Mataremos guaperas con o sin ti.
Empuña las armas, vivan los muñones,
prótesis en alto, más amputaciones.
Violencia orgullosa e injustificada,
viola bailarinas, tenistas y chachas.
Engrasa tu silla, afila tu muleta,
cambia los cupones por la metralleta.
Rompe tus cadenas, ya no hay rejas,
es la hora del miedo y de la paraplejia.
Somos peligrosos, somos guerrilleros.
Terroristas diletantes, tiembla mientras puedas,
ésto no es un juego:es ACCION MUTANTE.

martes, noviembre 20

Crucero

Benji: ayer me acorde de vos

Yo: viste una cucaracha?

Benji: no por el olor a meo que habia en el centro y la ciudad vieja

Yo: ah, sí, puede ser

Benji: y tus cuentos del barco ovejero

Yo: hay un barquito de esos devuelta?

ojo que puede ser un escape de amoníaco, tambien es algo muy frecuente

Benji: pero habia olor a bosta

yo tambien pense en la posibilidad del amoniaco

pero llegaba hasta la fcs

habia viento de ese lado

Enviado a 15:50 del martes

Yo: efectivamente hay animales cargándose

que imponente que llegue ahsta la FCS

que asco

http://www.anp.com.uy/montevideo/sistemas/consultas/arribos/buq_datarribos.asp?TIPO=ESC&NroEsc=20073999&NroVia=1&Submit=Aceptar

Benji: es el país productivo

no te quejes vos lo votaste!

Yo: eso no es el país productivo

oprimiste en el link?

Benji: que bueno

se fueron hoy a la mañana

Yo: ya se irían, no te preocupes

Benji: si huibiera sabido iba a la escollera sarandí a despedirlos

Yo: no, no se fueron, tenían previsto irse pero no se fueron

Benji: el viaje hasta egipto es largo

Yo:

6000 ovejas van a conocer Egipto

bah, algunas menos

Enviado a 15:55 del martes

Yo: era muy fuerte el olor?

Enviado a 15:56 del martes


lunes, noviembre 12

Tabarez: es uruguayo

Tabarez, Abel Hernandez es uruguayo, tiene la cédula vigente y la ficha médica al día. Tiene buen regate, shot y le pega con ambas piernas, con la izquierda mejor que con la derecha. Es el nuevo Mario Regueiro, 25 kilos más flaco, no tan rápido, no tan risueño, pero con menos papelitos en el culo (con todo respeto y dicho en sentido figurado). Tiene ambición, tiene hambre (también en sentido figurado) y tiene gol.


Tabarez, pasá por el Palermo un día, no lo mirés solamente por la tele.


martes, octubre 30

Ranking

La Revista Forbes dio a conocer su Ranking 2007 de los ciudadanos más pobres del mundo. El Nigeriano Aaurié N'agté encabeza la lista. Dicho habitante de la localidad de Afgaye no integraba la lista el año pasado. Aquí se presentan los diez primeros lugares, y el ingreso estimado (en dólares estadounidenses):

1) Aaurié N'agté (Nigeria)...............$0
2) Aaurié Pepoul (Nigeria)..............$0
3) Abaat Madarajil (Sudán)............$0
4) Ababbishe Ndarat (Benin)..........$0
5) Abac Eleudera (Tanzania)...........$0
6) Abac Mayimar (Zaire).................$0
7) Abac Shinourey (Abisinia)...........$0
8) Abac Zelemen (Niger).................$0
9) Abacé Suluan (Lesotho)..............$0
10) Abacorié N'dadan (Biafra)........$0

viernes, octubre 26

Para Zánder que lo mirá por QUELEPONÉ

QUELEPONÉ, desde su nacimiento en 2006, ha tenido la aspiración de estar ligado a la vida de los uruguayos a través de la gran pasión que es el Backgammon. Nos une, a los uruguayos, por encima de diferencias sociales, políticas y religiosas. El incesante trasiego de fichas ha hilvanado los invisibles hilos de esa pasión para construir en el Uruguay una historia de éxitos, conquistas, triunfos y títulos, inigualada por ningún país del mundo a través del milenio que culminó. Dando pasos para cumplir nuestro deseo, en cada jornada backgammonística está QUELEPONÉ en la pantalla de su computador o televisor produciendo los cientos de partidos oficiales que los uruguayos observan con avidez. Esto ha sido posible gracias al contrato firmado con la Asociación Uruguaya de Backgammon el 20 de noviembre de 2005 por el cuál QUELEPONÉ pasó a ocuparse por un plazo de 10 años, de la comercialización de los derechos de TV, internet, publicidad estática y merchandasing
Paralelamente, a través de otro documento suscrito con la Mutual Uruguaya de Backgammoners Profesionales, por idéntico período le pertenecen a QUELEPONÉ los derechos de imagen de los jugadores, lo que permite unificar, en un sólo interlocutor, todas las posibilidades de comercialización del backgammon uruguayo a nivel nacional e internacional. La primera meta impuesta fue la profesionalización de la puesta en escena a través de las pantallas del computador y el televisión del gran espectáculo que es el backgammon. Eso se ha logrado en el Uruguay a través de QUELEPONÉ, concretando, desde su primera producción , el 1 de marzo de 2006, por la primera fecha del Torneo Clausura de la Copa Uruguaya, un vuelco sustancial del producto que se ofrece al internauta, habiendo llegado a registrar escenas a través de 148 cámaras con seiscientas repeticiones de cada incidencia. Esta tarea, que ha recibido múltiples elogios a nivel local e internacional, nos permite decir que, en esta materia, hay un antes y después de QUELEPONÉ en el backgammon uruguayo.

quelepone.blogspot.com es otro emprendimiento que se convierte en un gran desafío. Es una apuesta que proyecta a todo el backgammon uruguayo al ciberespacio para intentar que esa gran pasión que los uruguayos tenemos por el deporte principe consorte, llegue a todos los confines en una especie de siembra al boleo que permite revalorizar nuestro gran pasado, potenciar el presente y hacer más robusto el futuro. Al presentar quelepone.blogspot.com debemos resaltar un aspecto que nos llena de orgullo. Tal como ocurre con la producción televisiva de nuestro backgammon, quelepone.blogspot.com está íntegramente hecho por uruguayos. Desde los aspectos tecnológicos hasta los periodísticos, nuestra gente es la que le pone el corazón, ese que siempre distinguió a "la celeste", para que, de esa forma, no sólo jerarquicemos la tarea, sino que también podamos dar prueba de lo que los uruguayos somos capaces. Con este espíritu, todos los que integramos QUELEPONÉ rendimos tributo con nuestra ofrenda de trabajo sin pausas, esfuerzo continuo y dedicación permanente, a la figura de Agabral, genial inspirador y realizador de este proyecto que para muchos sólo podía concebirse en la dulce atmósfera de los sueños imposibles.
Él, "Agabral", como en tantas otras actividades que desarrolló en el backgammon y en la vida, se encargó de demostrar que las barreras no existen cuando no se bajan los brazos, haciendo realidad la sentencia bíblica: la fe mueve montañas

sábado, octubre 20

UY UY UY!!

Ya se huele, se deja ver, se siente la puntita, esta llegando y no se pone a la venta.

Empiecen la cuenta regresiva. Dieeeeez, nueeeeveee, ooooooochooooo......

Se nos cae arriba el post numero 300 y no es joda.

viernes, octubre 19

La entrevista de los viernes

Periodista Serio Tipo Joel Rosenberg: Buenas tardes a la gran audiencia de la entrevista de los viernes. Hoy estamos en contacto con Agabral, quien nos va a contar sus sensaciones acerca del libro de Zánder, Yo, Agabral. Buen dia Agabral!

Agabral: Buenas tardes-noches Rosario. Gracias por la nota.

PSTJR: Yo soy directo y voy a ir al grano. Señor Agrabral... ¿Usted es Paco Casal?

A: Si.

PSTJR: Yo también, pero sólo los martes.

A: Ah... para mi los martes son de SI-SI.

PSTJR: Para mi no.

A: ¿Te puedo hacer una pregunta?

PSTJR: No, estarias mansillando mi libertad de prensa.

A: Bueno.

PSTJR: Bueno,.... ¿bueno que? ¡Me estas presionando!

A: Si.

PSTJR: Bueno.

A: Me estan tocando la puerta. Es Fernanda Cabrera que va hacerme una nota para la tele. Chau.

PSTJR: Chau, Paco.

A: Chau Joel,... digo Mario... digo Emiliano.

jueves, octubre 18

Buena Onda

El blog es hermandad, camaradería y buena onda...es decir, es como el shopping, buena onda.

Otro temita:
Ché pibe; sí vos, le hablo a este fracasado que pretende escribir ese libro sobre mi vida...me gustaría saber si escribiera "Yo Zander" si vendería algún ejemplar. Claro que escribiendo sobre mí todo el mundo es Pelé pero, botija, a ver cuando cuentes tus peripecias en el liceo quiero ver si vendés un ejemplar. Me vas a decir que Benedetti vende por escribir sobre otros. No, vende por escribir las pedorradas y lugares comúnes que la gente quiere oír, pero no por hablar de otra gente.

PD: Aparte, sé donde vivís, no lo olvides

Que lindo grupo de amigos que este blog ché...

viernes, octubre 12

El dilema del salmon

hace poco, un amigo me comento que hablando con otro amigo mio, que tambien es amigo de el, se les ocurrio una idea brillante. Eso no me intereso en lo mas minimo ya que tenia en la punta de la nariz un moco del tamaño de un ojo de rinoceronte, de los cuales conozco la medida exacta ya que es igual a la de mis testiculos, 7,5 cm de diametro. El moco ademas de desafiar la ley de la gravedad y de ser increiblemente asqueroso, tenia manchitas que le daban como la forma de la cara de Ladi di. Y ahi me acorde de esa adorable señora que supo ser la madre teresa de calcuta. Porque esa era una verdadera santa, la otra era una reventada (sin animos de hacer un chiste facil, y no porque no me gusten los chistes faciles, que seriamos sin ellos!, sino porque realmente no fue la intencion). Igual la intencion no me importa en lo mas minimo, me remito a los hechos. Y prefiero cien pajaros volando que uno en la mano, me diras romantico. Tampoco creo que el que calla otorga, ni creo en la meteorologia. Tampoco creo que este escribiendo algo interesante.

jueves, octubre 11

Ranking

En estos días recorri el país. Sus diecinueve departamentos. A través de las páginas web de sus intendencias municipales. Alli se pueden encontrar la información más diversa: útil e inútil.
Esto no pretende ser una reflexión sobre la diversidad de diseños, contenidos y demás. Solamente queria compartir el durazno danzarín de la Intendencia comandada por Carmelo Vidalín y la gran variedad de idiomas que están disponibles en la interfaz de la tierra de Escayola.

http://www.durazno.gub.uy

http://www.imtacuarembo.gub.uy/web/tacuarembo/home

viernes, octubre 5

Estimado Pablo Stoll:

En primer lugar agradecerte por las pelis que ya hiciste en compañía de Juan Pablo que en paz descanse. Me gustaron mucho y me cagué de la risa con ellas. Jajaja.

Te escribo porque se me ocurrió un guión que es una pegada para que vos, que sos tan bueno, la conviertas en película. Capaz que hay que agregar alguna escena y filmar un poquito en Madrid, para poder concursar más fácilmente por fondos españoles. Vos ves que vuelta le das.

Es un tipo que está esperando un Taxi en Garibaldi y Bulevar y se le acerca una señora mayor que le pregunta si en su casa le dicen “Canibal”. Entonces el tipo sorprendido le contesta que no, que a el no le dicen así. La señora se disculpa y se va. El tipo para un taxi y antes de bajarse el conductor,..ejem, ejem..

Que lástima que a Zánder le duela la garganta


jueves, octubre 4

Esto es una amenaza

Sólo quiero dejar constancia que voy a DENOSTAR a todas las murgas o, agrupaciones carnavalescas, que hagan couplet sobre el movimiento plancha y el peluca...

Por favor sean creativos.

He dicho.

domingo, setiembre 23

Foro forros foro!

No se, preguto no... ya que ninguno es tan hombre como para escribir aca. Porque hay que ser muy macho para escribir en un blog que tiene una entrada por mes!!

Repito, si nadie es tan hombre, porque no aceptamos esa propuesta del google adsense y tapizamos el blog con publicidad? seguro que nos forramos de guita. (http://www.blogger.com/adsense-signup.g?blogID=23234359, todavia no se hacer vinculos y que!? eh y que!? quien quiere que le rompa ca crisma?)

Bueno como decia, si sacamos el espacio que hay para escribir y lo cubrimos con publicidad seguro que algo le sacamos.

Abro foro para propuestas de que hacer con semejante cantidad de dinero.

1)Hacer una fiesta con mujeres +barro +lucha de gallos +bafo da onca y sus mulatas de fuego +wiski +tang -bafo da onca +bola de espejos.
2)Pagar palco en el teatro de verano para todos los contributors.
3)Pagar la inscripcion a carnaval y anotarnos como....no se.....mmmm...... *(1)
4)Pagar una pagina web en la que podamos escribir y no esté llena de publicidad
5)Pagar para hacer un sotano en el rancho de punta del diablo y hacer un club de apuestas clandestinas. *(2)
6)Pagar para hacer un segundo piso en el bacilon.
7)Pagarle a la flaca para que baile arriba de la barra tirando wiski en la boca de los comensales (bebensales en este caso?)
8)Pagarle a Enriqeu iglesias para que se vuelva a poner la berruga.
9)Pagar para repatriar a Zinedine zidane y ponerlo de 5 en la seleccion, o de 9, o de golero.
10)Darmelo a mi.
11)Darselo a la teleton.
37)Darselo al lechu.
12)Pagarle a Podetti para que escriba en nuestro blog.
13)Contratar a un maton para matar a todos los comentaristas de Podetti, seria muy jodido leer esa cantidad de comentarios. (Ademas no me caen muy bien. Perdon a los afectados.)

Se escuchan propuestas....


*(1)- otro foro:

En caso de elegirse la opcion 3. Usted preferiria anotarse como:
1)Murga
2)Parodistas
3)Negros y lubolos
4)Revista
5)Humoristas
6)Danza joven.

*(2)

En caso de elegirse la opcion 5. Usted preferirira hacer apuestas sobre:
1)Poker
2)Strip-poker
3)Payana
4)Lucha de aguavivas
5)Hacer tipo club de la pelea, pero con invitados tipo alejandro camino contra el pelado peña.

Fucking Van Nistelroy (o como corno se escriba)

Para venir al laburo hay un bondi que me deja 20 minutos temprano y el siguiente me deja 5 minutos tarde, yo para promediar meto uno y uno y es como si llegara siempre 7 minutos y medio temprano. Hoy es de los dias en que llego temprano.

Venia de la parada para el laburo y en el bar de la esquina "Le petit Yardin" como tantas otras veces: futbol. Y un bar lleno de gallegos, con un partido del Madrid, es irresistible. Mi promedio se llegadas tempranas se fue al carajo.

Esto igual no es para hablar de mi, que soy un fenomeno, sino porque tengo que denunciar una injusticia. No es para hablar de futbol tampoco, area en la que soy mas fenomeno aun, es para hablar de humanidad.

Resulta que el puto Madrid, yo soy imparcial pero es un cuadro de mierda lo que pasa, va perdiendo todo el match. En el minuto 88, ponele, jugada. Pase de Guti, habilitacion de Van Istelroy (como mierda se escriba), gol del conejito Saviola . Se salva el partido.

El festejo del gol: Guti se queda parado con cara de felicidad y los brazos abiertos, esperando el abrazo de quien? de quien? quien hizo el gol? Van Nistelrhoi!!!! (o como diantres se escriba), como si Saviola no existiera, luego del emotivo abrazo las camaras enfocan 2 segundos al conejito que se va cabizbajo al centro del campo como si estuviera en penitencia. Es verdad que yo no entiendo mucho de este deporte, pero el pobre loco estaba en el barça y no lo queria nadie, se va para el madrid y tampoco. Ni las camaras lo buscaron! No se loco! A donde vamos a parar?!!! este mundo esta enfermo!!!!

viernes, setiembre 21

Cuentos de turcos

Hoy estaba sentado en el patio de casa, en una reposera que acababa de nivelar, poniendo unos ladrillos abajo de una pata, recordando algo que me pasó hace unos cuantos dias, ochocientos cuarentaitres para ser mas exactos, cuando trataba de cocinar unos pancho y el agua hirvio durante dos horas, se evaporó toda, los panchos se carbonizaron y se incendió la cacerola. No se bien porque me vino ese recuerdo... puede ser... bueno, pero resulta que cuando estoy ahi tratando de armar el puzzle de mi desastrosa memoria, producto de toda una vida sin hacer nada mas que tener proyectos sin realizar, tal vez, porque siempre me los olvido, viene como un zumbido muy molesto, apago la radio y lo escucho cada vez mas fuerte, me levanto de la reposera para ver por arriba de los pastizales que han crecido en el jardin, un dia de estos que me levante con animo corto el pasto que me esta molestando caminar por el jardin y que me haga cosquillas abajo del sobaco, y cuando me distraigo en mis pensamientos mirando para otro lado, va y me aterriza en el jardin un 747. Aterrizar es un decir, la verdad que se hizo moco.

Me quede un rato como que sin saber que hacer, me cebé otro mate pero el agua ya estaba medio fria, como me olvido de pagar el telefono me lo cortaron y no pude llamar al Shubert para contarle, asi que me meti al avion a sacar a la gente como en las peliculas. Medio complicado porque algunos estaban partidos en varias partes, a esos los dejaba, y empeze a rescatar a los que parecian rescatables. En eso aparece un vecino que parece que habia entrado en el avion por otra parte y estaba en el baño segun el "mandando un fas" pero yo creo que se estaba toqueteando con una azafata que habia quedado bastante entera, hasta tenia una pierna y todo.
Por las dudas pregunto:
-Venias en el avion flaco?
-Noooo, que va viejo. Estaba en el rancho haciendo cola para el baño y cuando vi que cayo el bicho este dije: listo, el sueño del pibe, voy a cagar en un avion!!!
-Y la azafata...
-Epa! viejo pervertido de eso nada eh! que yo tengo codigos muñaño! vos que haces aca!?
-Estaba sacando a la gente para que cuando vengan la puedan atender bien.
-viejo, ahi estan bien no? sentaditos y todo, para que jodes?
-bueno....dale ayudame
-ok, yuer. Vos arranca por alla que yo voy por aca.

Yo segui entonces sacando a uno que hasta respiraba y todo, lo deje ahi afuera y volvi. En eso el vecino estaba llenando una mochila con billeteras y relojes de los pasajeros y decia:
-opa! hasta una camara de fotos!
-que haces flaco, estas loco?-le dije
-opa! digital y todo.

La situacion me estaba superando, llegue a un blanco mental, me quede ahi en mitad del pasillo, parado arriba de otra azafata, lleno de sangre y cansado, con los lentes torcidos y sin saber que hacer ni que pensar y de pronto, zaz! me quedo ciego, uno, dos segundos y vuelvo a ver. El flaco se estaba sacando fotos y el flash me habia dado en toda la cara. El flaco ya se habia puesto un chaleco salvavidas y tenia un notebook abajo del brazo cuando se empezaron a escuchar sirenas a lo lejos

-yo arranco como una scooter viejo, usté?
-no se... me parece que tambien
-bueno! nos vemos eh! de esto ni una palabra eh!?
-dale no te preocupes
-chau viejo
-chau lechu

Tenia razon, sali, volvi a hacer la pila de ladrillos y coloque la reposera miarndo para el avion, el mate estaba frio seguro, pero igual me lo mande y de pronto como una iluminacion me acorde de que tenia unos panchos en el fuego. Espero que esten prontos asi los como mientras los bomberos arreglan todo esto. Ya no tengo que cortar el pasto.

martes, setiembre 18

Persona bien catalogada



lunes, agosto 27

Alejandro Xul Solar



jueves, agosto 2

¡Claro!

- Uff, ¡qué cansancio!
- ¿Vos también?
- Parecemos unos viejos, nuestros padres, nuestros abuelos, y sin embargo, ¡qué curioso!, somos nosotros, mal que nos pese –dijo Vuelta, que de golpe, sin ningún aviso, profirió un grito seco que espantó a todos:
- Ahh, ¿qué pasó acá?
Todos se estremecieron, pero apenas. Estaban agotados.
- Jaja, siempre quise hacer eso – prosiguió Vuelta- , tranquilos, es una tradición familiar iniciada por mi abuela, según ella, sin ninguna lógica, sin explicación, porque sí, por un simple capricho, capaz que para generar un hábito, no sé, y sacar su reverso pueril, sin sentido. – Y luego sentenció:- No hay que buscarle vueltas a las cosas, ¿no?, ¿no Aldo? ¿Vos la conociste no?
Aldo no estaba. No se veía.
- ¿Dónde está Aldo?
- En el baño, me parece. Viste cómo es Aldo –dijo Inter
- Tengo hambre, ¿comemos algo?
- Se fue al baño.
- No hay nada, no tengo nada, que se fije alguien en la heladera – sugirió la dueña de casa, que estaba dispersa, como todos. El clima general era de dispersión, como de diáspora mental. En un momento se miraron como si fueran vacas jugando un serio, en una frecuencia indescifrable, ¡pero tan suya!, a estas horas, tan familiar. En un instante perdido, creo, llegaron a pensar que había cosas de Vuelta que no conocían, arranques, detalles, cositas, pero ¿qué importaba?, si total, se arreglaba con un ¿Viste cómo es Vuelta? Todo se arreglaba así, cuando un malentendido, un ruidito en la comunicación sobrevenía. La dulce presión del cansancio adoptaba la forma de la fatalidad. Apareció Aldo, pletórico.
- Ro Ro ro ro, esto no es una casa, es un jardín barroco, objetos, animales, piezas extravagantes, bibelots, muñecas, autómatas, marionetas, ¡qué locura por dios!, no entiendo nada y ¿saben una cosa?...Me encanta…Hasta un jabalí, Ro rorororororo, no entiendo nada…
Los que estaban sonreían. Aldo repetía aquella especie de comedia con ligeras variantes. Les producía un encanto suave, de vodevil, y cuando el cansancio se imponía, aquella farsa tomaba un viso de alucinación colectiva... “Este pibe está loco”, pensarían.
- Voy al baño – dijo rápido Roberto, en un susurro casi inaudible.
- No puedo más del hambre- sentenció Inter – No tengo “un” hambre, tengo ochenta mil. Me comería una vaca.
- Ese pensamiento, Vuelta, ¿no estaba en otro…
- No tenés nada en la heladera, sólo una botella de vino, un pedazo de queso y una salsa rara, congelada, no sé de qué es…
- Vuelta, ese pensamiento, el que estaba ahí antes de que saliéramos, ¿no…
- Pará Asfódelo, pará un cachito. Salvadooor –le gritó a salvador que estaba en la cocina- fijate abajo…
- ¿En dónde?
- Abajo de la heladera
- No puede ser que no tengas nada de comer, no puedo más, vamos a comprar algo, o pedimos por teléfono, pero ya por favor – descargó Inter.
El hambre, como al lazarillo pequeño y desgraciado, los comenzaba a devorar uno a uno.
- Yo, por mí no como nada, estoy enloquecido con lo que veo, todo es tan extraño, y a la vez tan extraño, pero a la vez tan, no sé, no encuentro las palabras, pero tengo otras, otras que no hay que encontrar, que están, que estuvieron…
- “Pasado”, estás pasado Aldo – bromeó Inter.
- Como el libro de Alan Pauls… “El pasado”, jaja, las palabras, son de, de qué son, de plata
- Y el silencio de oro – arriesgó alguien por ahí.
- ¿Quién lo dijo?
- ¿Quién lo dijo?
- No hay nada abajo de la heladera, está el piso.
- No, no, son dos heladeras las que tengo, abajo del horno, perdón, quise decir horno, ahí está la otra..
- ¿Cómo abajo del horno?
- ¡Vos buscá abajo del horno!
- El pasado, jajaja…
La atmósfera se había contraído, por el humo. No tardaron en darse cuenta de que se veían, claro que se veían, pero poco. Todos estaban fumando, una voluta, dos, mil, desfigurando como una gran pipa simbolista sus rostros.
- Ahhhhhhhhh, me quemé, la puta madre que me parió.
- Qué, qué, ¿qué pasó?
Vuelta salió corriendo a la cocina, todos en realidad, se pararon sobresaltados.
- Me quemé con el horno, la puta madre, ¡justo ahí lo venís a poner! – Se dirigía a Vuelta.
- ¿Lo qué? ¿El horno?
- No, la heladera… Y todavía no tenés nada… ¿No te digo que soy un infeliz?
- ¿Cómo que no tengo nada?
- No, nada, vacía, totalmente vacía…Sssssssssssssssssssssssssssss, ahhh, me arde… ¿tenés algo?
- No, acabas de decir que no hay nada.
- La mano, para la mano, algo que me aliviane el dolor, no sé, lo que sea…Sssssssssssssssssssss, sólo yo te digo, sólo a mí.
- Ahhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhhh….¡Un jabalí!, ¿qué es esto?
Roberto, que había salido del baño, salió despavorido del pequeño corredor que comunica con el living. ¡Una bala!, eso parecía, una bala perdida en el asombro más pavoroso. Todos corrieron hacia el living, a ver qué pasaba, después de todo estaba pasando “algo”, aunque no “pasaba”, porque estaba quieto, no un jabalí, como una foto de un jabalí, pero real, tan real como un buenos días o la locura del tiempo.
-¿Un jabalí?
Todos miraron a Aldo, que intervino:
- Yo les dije.
Un sueño no, una pesadilla en la mente de un loco, eso era lo que estaban viviendo, viendo con los ojos desorbitados… ¡Un jabalí! Asfódelo también estaba desorbitado, pero a otro nivel, uno más simple, más de mente en blanco. Inter no daba más del hambre.
- No una, ochenta mil hambres tengo. Me comería una vaca, les juro.

lunes, julio 30

Y...

- ¿De dónde saliste Aldo?
- De atrás del árbol.
- Sí, pero digo, ¿nos venías siguiendo?
- No, no, estaba atrás del árbol. Lo vi. Me gusta observar las figuras que hacen los pájaros en el cielo. Son ruiseñores. A esta hora siempre son ruiseñores. Te juro que lo vi, no miento. A veces son formas caprichosas y otras no. Les juro que lo vi. Con una lógica oculta, matemática, bien de pájaro.
- Aldo, no te entiendo – dijo con timidez Roberto, mostrando las fuerzas que tuvo que juntar para interrumpirlo. Con unos años más que ellos, Aldo infundía un respeto sin fisuras, metálico. Un poeta mayor: POETA.
- No interrumpas Roberto.
Tuvo que callar.
- El cielo con un manchón gris, con gris de pájaro, obsceno, no el cielo, jamás el cielo, los pájaros, que son el pájaro obsceno, les juro que lo vi, bah, en realidad lo escuché, las dos cosas: Obsceno Monstruo…¡Qué obra por dios!, la tengo acá.
Lo escuchaban todos como a un guía, una especie de gurú. Lo era, en realidad. Cuando estaba con ellos, cuando “aparecía”, su mente, su cabeza, aunque redonda, era una caja transparente de la que salían objetos valiosos, pensamientos en cascada. “Fluye como el agua cristalina de una fuente”, decía él. Esta vez, sin embargo, su pensamiento se mostró más errático, se diría más torpe, como si la fuente estuviera obstaculizada por algo. Pero nadie decía nada.
- El imbunche es una verruga en el cielo, en la naturaleza. Aberración. Lo vi, no lo puedo creer, no, no, no, no, no. Ahora me cae la ficha. Toda una revelación…Samsaaaaaaaa, son así.
Hubo un secreteo que no se hizo esperar.
- ¿No notás algo raro en Aldo?
- ¿Por qué?
- No sé, las cosas que dice.
- Si sabés que él es así.
- Además dijo que eran ruiseñores, y ahora…
- Roberto, él es así, es Aldo.
Roberto no quiso escarbar más. De pronto, se escuchó algo, como un estallido, o algo previo, más inaugural. Los pájaros se elevaron al cielo, con cantos desgarradores, como si fueran castrati dotados de alas, saltaron de sus ramitas, uno por uno, pero al mismo tiempo. Y el estallido se convirtió en los estallidos y se tapó el cielo y todo se quedó quieto, hasta el silencio. Y ellos se movieron apenas, sin reacción. Aldo, por su parte, con un brazo hacia arriba, habló:
- Ahí está, los tienen, la tiranía, la tiranía pájaro, como la tiranía reloj, pero pájaro, y todas las otras tiranías. Tiranía tiempo, tiranía corbata, sí, tiranía estadística, tiranía macro, sí, no, no, no, Lo vi. Lo escuché. Se lo decía a su esposa, pajarraca, lleno de pajarracas…
- Albatrassss – metió Asfódelo, por decir algo, quizás para sacarle gravedad al discurso.
- ¿Qué?
- Albatras, la esposa.
- Ah, pero sos estúpido, ¿me estás tomando el pelo?
-No, no, pensé que…
Aldo se le lanzó como para matarlo, y en esos momentos pensó en esa feliz combinación de prestigio y decadencia que tienen los poetas cuando protagonizan algún episodio policial. Si hubiera tenido la pistola te hubiera tirado a la pierna, le dijo después a Asfódelo, con guiño cómplice. Cinco minutos después regresaron a la casa de Vuelta, donde todo volvía a comenzar.

jueves, julio 26

Más.

- Yo diría de volver – propuso Vuelta-, estamos dando vueltas sin ningún sentido, es de noche y además… No, mejor me callo.
- ¿Qué ibas a decir Vuelta?
- No, no, nada, dejá.
- Dale Vuelta, ibas a decir algo, te conozco.
- Yo también – dijo Roberto.
- Y yo – agregó Salvador, cuyas primeras palabras causaron una pequeña conmoción.
- Salvador, estabas acá, me había olvidado.
- Yo también.
- Y yo, dijo Salvador, es que estaba en otra, me quedé pensando en cualquier cosa. ¿Viste cuando tu mente se queda en blanco, y no estás pero estás? Bueno, no tan así, es una cosa concreta, una pavada en realidad. Estaba pensando…
- Pará – ordenó Roberto – pará un poquito. ¿Y Vuelta? Nos estaba diciendo algo, bah, nos estaba ocultando algo…Dale Vuelta, dale, ¿qué nos ibas a decir?
De la boca de Vuelta salió un resoplido de resignación, y dijo:
- La copa.
Salvador, sobresaltado como ante un prodigio, respondió:
- Eso, eso mismo. Justo en eso estaba pensando – Sus ojos brillaban como los de un gato. Y dijo asombrado:
- ¡Qué casualidad!
- ¿Qué copa?
- Sí, ¿qué copa?
- La que se tomaron.
- Jajaja
- Jajaja, bien Roberto, atento, implacable, como siempre.
- Yo no hablé – dijo Roberto
- Dale, no jodas, ¿quién si no?
- Yo no, a mí no me mires.
- A mí tampoco.
Todos, de pronto, se miraron. Y luego miraron a su alrededor, haciendo un mapeo. El descampado del barrio, ahí estaban, tiene dos árboles enclenques, tan pegados que parecen uno. La noche, instalada sin querer, como una pluma negra y enorme, no se hace notar nunca, salvo cuando alguna bandada de pájaros despega y forma, tapando el cielo, figuras impredecibles. Nada indicaba el escondite de un gracioso. ¿Dónde se escondería? ¿Detrás de un árbol raquítico? Sí. Claro que sí. Ahí miraron todos, al árbol, y de ahí salió Aldo, el viejo y querido Aldo, para sorpresa y alegría de todos.
- Aldooooooooooo
- Nooooooooo
- Rororororororor
- Tenías que ser vos Aldo
- Rorororororrororor
Vuelta y Salvador, aunque asombrados, se hicieron a un lado. Y se miraron. De repente, como envueltos en un hechizo, dijeron al unísono:
- ¡Qué casualidad!
Y de nuevo, como un coro de palomitas:
- No creo en las casualidades...Jajaja, jajaja
Sus caras, sus cuerpos, simultáneos, cambiaron. La realidad les vino de golpe en cuanto recordaron algo:
- Uy, la copa.

miércoles, julio 25

Más intrigas de Jane Austen

- Che, ¿y por qué no llamamos a Baudelaire?
- Dale, dale, me encanta.
- ¿Y ustedes qué dicen?
- No sé si dé– dijo Asfódelo- ¿Qué le vamos a preguntar? ¿Qué va a hacer el viernes? ¿Si quiere un helado? Tengo mis dudas, es Baudelaire, el del hipócrita lector, las correspondencias, el del pájaro este, cómo es que se llama, ay, lo tengo ahí…
- Asfódelo, Asfódelo, parece mentira, si tu abuela se levantara de la tumba, te matarí…..
- Eso es, ya está – interrumpió Roberto, exaltado- ¿por qué no se nos ocurrió antes? Siempre pasa lo mismo, las cosas más simples, las que están en nuestras narices…
- Lo tengo en la punta de la lengua…
-…Lo nuestro, nunca nos fijamos en lo nuestro. Siempre lo mismo, las cosas que vienen de afuera, nos bombardean con imágenes, con nombres, los medios sí que son armas de destrucción masiva, peores que las otras, te comen de a poco, generan fugas, sí, fugas radioactivas, pero de otro tipo, no, no radioactivas, de otro tipo peor, fugas nomás, imperceptibles, sí, imperceptibles…
- Roberto, Roberto, otra vez lo mismo – le espetó Vuelta- Qué locura, al final sos igual que tu viejo.
Roberto la miró fijo y serio. Por ese instante le cambió la cara. Vuelta desvió ligeramente sus comentarios.
- Sos un volado. Te vas, te vas bien lejos con una idea – y se aprestó a elaborar una imagen lo suficientemente gráfica – Ponéle que te vas con la idea de acá, en tu caballo, a ver, ¿Cómo se llama?
Todos la miraron con extrañeza.
- ¿Cómo se llama lo qué?
- El caballo, el caballo en el que se va Roberto cada vez que empieza con una idea…
- Sí Vuelta, sí – afirmó socarronamente Inter, mientras se le escapaba un nombre de forma involuntaria.
- Ciempiés.
- Ahí va, Ciempiés. Ponéle que se va de acá mismo en donde estamos nosotros, montado sobre Ciempiés – y señaló el living, la mesa, la copa, todos los objetos que tenía a la vista en ese momento – y se va tan lejos hasta convertirse en un punto él, su idea y su caballo, que ahora pasaría a ser un mosquito, ¿no?, ¿no es así?
Primero hubo un silencio, de esos por donde se cuelan lo bocadillos burlones. Inter lanzó el suyo:
- Lo único que tendría que hacer es cruzar la puerta.
- ¿Qué?
- Cruzar la puerta, para no ver más a Roberto, ni a su caballo, ni a su idea, sólo tendría que cruzar esa puerta y ya está. Digo que no es necesario que se vaya muy lejos.
Esta vez se hizo otro tipo de silencio, en donde los ruiditos sordos no son más que palpitaciones. La copa se movió, y de pronto, un grito hizo saltar a todos en la mesa...
- Albatrooossssss, Albatros. Lo tengo, lo tengo, es el famoso pájaro torpe que arrastra las alas, ya está, miren, miren – Y Asfódelo, que volvía del baño correteando como un niño feliz, movía los brazos, los agitaba y hasta simulaba golpes en las paredes.
-Soy torpe, miren, miren como arrastro mis alas – y mostraba sobrecogido sus brazos – Soy trope, torpe, opret, toy así, un niño juguetón, un pajarraco pelotudo, un poeta.
Los otros jugadores lo miraron azorados, pero durante unos segundos solamente. Estaban curados de espanto. Sin embargo, la copa se había movido. Ya todos estaban distraídos, dispersos. La copa se movió y ellos pronto, en un suspiro, en un grito lo olvidaron. Decidieron salir un rato, y mientras se iban, bromeaban con Asfódelo:
- Ay Asfódelo, si tu abuela se levantara…
- Lo que haría con el polen asesino
- Con sus papeles
- Con tanta vegetación.

jueves, julio 19

...


Viva!

viernes, julio 6

...que escuchamos al pasar...

...la pregunta de aquel ninio, "que es el kitsch, mama?"'

- Mira nene, no es algo accesible al publico de La Ronda, ellos estan haciendo sombra de una sombra. El kitsch postalanga es prender la tele y ver todo el tiempo cosas como esta

miércoles, junio 27

Laptop

Noelia tocó timbre a las siete, como lo pactaron. Luego de una extensa y fatigosa jornada de entrevistas, de tipo puerta a puerta, su cabeza acantarada parecía explotar. Pero su trabajo, pautado por la repetición que sólo el hábito puede forjar, siempre era distinto. Y eso se explicaba, en gran medida, por su frescura, sí, tan fresca como un kiwi o una naranja, o cualquiera de esas frutas que hacen bien. Por un curioso fenómeno de acostumbramiento, dejaba siempre lo más prometedor para lo último, como un postre, algo que sólo unas pocas veces la decepcionaba. Pero hoy, justo hoy, nada de eso le pasaría... "Hoy tengo un pálpito, ¿o es un púlpito?", y canturreaba:
- Carballo no me falla, Carballo no me falla.
Melodía que volvía siempre al mismo lugar, como una mosca hecha de notas. Se diría que toda ella estaba hecha de notas, más que nada su cabeza, una nota sola, la más límpida, fresca y radiante nota del mundo. A las siete en punto tocó timbre.
- Ringggg.
De pronto se sintió inquieta, nerviosa, con "mariposas en la panza"; pero sólo fue un instante. Precisamente fue una mariposa la que se posó en su hombro, el izquierdo, haciéndolo con toda su levedad; parecía de seda y no tenía nada de especial, ni sus colores (eran chillones) ni su forma (después de todo era una mariposa). Era una mariposa grande, y ahora que lo pensaba era enorme, con un solo detalle curioso, aparte de su tamaño: volaba en línea recta, como una avioneta pintada por un niño. Distraída como estaba, no se dio cuenta de que nadie le abría la puerta. Tocó timbre de nuevo.
- Ringggg.
El silencio que vino desde adentro era perfecto, y se extendía por la puerta entreabierta. Pero ¿cómo?, ¿estaba abierta? Le gustó imaginar que "algo estaba pasando", y que algún secreto la rodeaba. Se entretuvo fantaseando unos segundos hasta que decidió entrar, o más bien abrir un poco más la puerta y llamar la atención.
- Luis, Luis Alberto, soy yo, Noelia... ¿Estás ahí?
Nadie le contestó. Entró definitivamente en la casa y cerró la puerta. Era una casa amplia, espaciosa, decorada con austeridad. De las paredes colgaban numeras fotos del "Negro" Olmedo enmarcadas en bronce, y en el centro había un gran retrato en blanco y negro. Era obvio que el del retrato era el "Negro", pero una mirada más detenida sacaba a relucir otra obviedad: También era Carballo. ¿Con qué técnica estaba hecho? Pocas veces estuvo tan fascinada por un objeto, cuyo simple encanto se quebró tan prodigiosamente como había nacido, con un sonido que venía de unas escaleras, una chapoteo que marcaba su "glup" desde abajo; las escaleras daban a una especie de sótano... ¡La casa tenía un sótano! Una sala de ensayo, pensó Noelia, claro. Caminó unos metros y dio una rápido vistazo, como a hurtadillas, al extraño retrato. ¿Cómo? Ahora juraba que sólo se trataba del rostro de Carballo. ¿Y el Negro Olmedo? Se esfumó, ¿a dónde?... ¿A Plutón?, pensó, mientras una sonrisa complaciente se le dibujaba en su boca. Fue ahí, entes del primer escalón, que le pareció escuchar una voz conocida, como un diálogo, que la hizo pegar un saltito de emoción. Era Carballo, estaba segura, en plena labor, cocinando sus personajes, monologando, o quién sabe qué cosa. Súbitamante era arrojada a la acción, como un personaje involuntario. "Mejor", supuso, "así me gusta más". Después de todo era actriz, ¿no? Ahora tenía más urgencia, quería llegar, estar con el autor, en plena efervescencia creativa. ¿Qué hacía arriba todavía? Salió corriendo y escuchó un fraseo suelto como una gota:
- ¡Quedate quieto!, quietito ahí, dale que vas a quedar impecable.
Se alborotó más, se apuró en un descenso frenético, como en una huida, pero al revés, claro que al revés, si era todo lo contrario. Quería llegar ya, pero la escalera parecía infinita. No tardó en darse cuenta de que, si bien bajaba, porque era obvio, lo hacía dando vueltas, caracoleando. Se trataba de una escalera de tipo "espiral", metálica y resbaladiza. Lo comprobó, esto último, cuando cayó, sin mucha pompa, es cierto, apenas un tropezón, pero suficiente para lesionarse levemente un hombro. A su ligero mareo, fruto de la ansiedad, la precipitación, las vueltas, en fin, ahora se le sumaba un golpecito. Pero siguió y pronto, sin darse cuenta, un delicado influjo no tardó en hacerle efecto, y en un santiamén, lo que fue un remoto estado de atolondramiento ahora no era más que una muestra pueril de excitación. Había llegado, tenía a Carballo en frente, que la miró, la miraba como quien mira, suspendido, a una hoja en el aire.
- Hola Luis, me tomé la libertad de....
- No me digas nada, ya lo sé.
Noelia se tranquilizó. Las palabras del artista despejaron toda sospecha de impertinencia, un fantasma de siempre en el entrevistador. Pero ¿qué era lo que sabía?
- Si es por mí no pasa nada, seguí ensayando, yo espero.
La boca del autor se movió un poco, hacia el costado, en un imperceptible rictus de desconcierto, suficiente para que Noelia lo notara.
- Ensayando, ¿yo?, lo que pasa es que...- Su parlamento de detuvo con un temblequeo de su mano, impostergable, aunque no era exactamente su mano. Tenía un guante con el que sostenía, con gesto de pinza, algo parecido a un pez.
- ¿Qué tenés en la mano Luis?
- Un caballito de mar... También se llaman Hipocampos.
Noelia se detuvo en seco, y no es que estuviera moviéndose hacia algún lado. Simplemente se detuvo. No daba crédito a lo que tenía frente a sus ojos, trepidando. ¿Un caballito de mar? ¿No eran de mentira? ¿"Dibujitos"? En efecto, siempre pasaba lo mismo con este animalito. Hasta que no se lo veía ahí, vivito y coleando, es como si hubieran pertenecido a un reino de fábula. Aun así la incredulidad persistía, y en todo caso, ¿qué hacía uno de ellas retorciéndose en la mano de Carballo?
- ¿Estás ensayando con un hipocampo?
La realidad ahora le volvía. Después de todo no era tan descaballeado. La idea de que florecía en el verde alucinante, incipiente, una vez más, "el toque Carballo" la arropó con entusiasmo. El caballito, como personaje, e incluso como método vanguardista, era una imagen demasiado atractiva y sugerente como para dejarla escapar. Ella estaba presente, in situ en un momento en el que, paradójicamente, debía de ser el más secreto y misterioso para un artista: la invención. El rostro de la realidad se desplegaba limpio sin ningún granito. Se imponía una carta ganadora:
- ¿Cómo es eso?
- ¿Esto?....Mirá – Y le señaló una gran pecera de agua cristalina, en la que intrudujo abruptamente al simpático caballito, de tonaliades grises y violáceas, que no paraba de retorcerse. Y, sin soltarlo un solo segundo, lo sacaba y lo ponía, escarmentándolo. El animal era ahora un muñeco esperpéntico de goma.
- Mirá, ¿lo ves?, es un desobediente. No para de moverse. Le digo que se quede quieto y ¿qué hace?, ¿qué hace Noelia?
Tenía que inventar algo, improvisar, "seguirle la corriente". Estas oportunidades no se daban todos los días, y Carballo se la ofrecía en bandeja. Desde que había entrado en su casa, incluso desde antes, la campanada alocada de la actuación tañía en su cabecita con golpeteos precisos. Lanzó su primer "¡Tan!"
- ¿Zerá pozible "Gaucho Gris", que no le hagas cazo a Luis Alberto?
Lo puso todo, la impostación, el ceceo y hasta el nombre de un caballo de carrera... ¡Un caballito de mar de carrera! Sin darse cuenta se le escapó un:
- Surreaaaaal – como si se tratara de una deliciosa marca de galletitas. Quiso resarcirse.
- Perdón, eso no va Alberto, eso sacalo que se me escapó.
La cara de carballo estaba quieta, impasible.
- Lo de "Surreal".
No había movimiento, era de mármol, o peor aún, como si fuera de mármol. En seguida esbozó un tímido chistecito como para salir del paso, por el que se colaban los ruiditas chapoteantes de Gaucho Gris. A esta altura era improvisación pura.
- Parecés una estatua viviente Carballo, jaja, decime algo.
Su frescura era irrefrenable; la hacía mandada, toda una artista de la desinhibición. Ella era así, y casi siempre por la fuerza de los hechos, o por un sortilegio propio de "gente fresca", se hacía más tolerable con pequeños exceso de confianza. Carballo, por su parte, estaba fijo en su estampa marmórea, como una silueta de papel recién pegada sobre un fondo transparente. En su guante un monstruito espástico valseaba convulsivamente; era Guacho Gris, alcalino, que se movía cada vez más fuerte. A cada paso que daba en su vals de caballo loco intensificaba sus movimientos. La pregunta no era ¿Cuándo va a terminar? sino ¿Se puede mover más rápido? Todo era cómodo en aquella representación. En un momento estuvo todo en su lugar, captado. Hasta que un brinco repentino de Gaucho Gris se precipitó justo en frente, a centímetros, de los pies de Noelia. No se asustó, todo lo contrario, aquel cuadro súbito y novedoso la animó todavía más. No sólo galopaba en el agua, ¡ahora también lo hacía en el aire!
- Este caballo es un genio. Por una cabeeeezzaaaaaa y un noble...
Mientra Noelia sacaba a relucir todo se histrionismo, algo cambió. Estaba cambiando. Era Carballo, sus ojos, se movían un poquito, hacia otra dirección, pero en un registro infinitesimal. Sus pelos, igual que siempre, permanecían quietos y agolpados en el medio de su cabeza, aunque se iban hace siglos, como soldaditos en retirada, desandando sobre una obediente pelada gallega. Noelia, desancajada pero expectante, atinó a levantar al caballo epiléptico, y notó que su cuerpito aceitoso de ¿pez? (¿era un pez después de todo?) tenía unos alambres finitos que le atravesaban el espinazo, sujetando todo su organismo, que además estaba embetunado de cascola. ¿Teatro experimental? Aunque algo incómoda, porque aquello se salía de la vaina, y el destino justo se ensañaba con ese pobre animalito, su profesionalismo era asombroso. Pero dudaba.
- ¿Qué tenés ahí?- le preguntó Carballó. Su mirada parecía la de un orate.
- Es Gaucho Gris, como habíamos quedado, ¿no? – respondió en un tono dubitativo. – O era Gaucho Gris, o no sé si fue alguna vez. Alberto, estoy confundida, no sé, me parece que con este método de composición de personajes estás yendo lejos. ¿Podeemos descansar un rato?
- Ahí, se parece a, a...a
Noelia no se había dado cuenta, pero el rostro de Alberto había cambiado por completo. ¡Qué versátil!, pensó, pero da miedo. El pop- parodist- artist se quedó, pero ella juraba que se acercaba, como un maniquí (había pasado al estadio de "Maniquí") sombrío. Noelia ya no entendía nada y, por eso, precisamente por eso, lanzó un resto actoral, ¡total!, ¿qué podía perder? Después de todo la actuación era su vida.
- Te dije que es Gaucho Gris la puta que te parió, ¿sos sordo?
- Mar...Mari, Nol... tenés a Mari pegad...ahí
- ¿Qué te pasa Alberto? ¿Estás jodiendo?...Esas lágrimas. ¿Es por mí?, ¿hice algo malo Albarto? Si querés sacamos la puteada, aunque pienso que le da un efecto...
- No puede ser, no, no, no es él, me niego... Mar
- Decilo Carballo, decilo, jajaja
Más sorprendente para ella, impensado, su estado era la apoteosis pura. Era ella y sin embargo, cómo decirlo, no. Tan frágil y tan fuerte.
- Me siento tan viva haciendo esto Carballo Alberto, tan, tan "Up and Down", es como dice Ludovica, ¿Qué es la vida si no?
- Eso que tenés ahí en tu, en tu, en tu, hom... No puede ser – y prorrumpió en un estallido de llanto desconsolado, chillón, casi infantil, era él el que no daba crédito a nada. Fue un grito:
- Mariposónnnnnnnnnnnnn, mi mariposón, qué le hiciste enana de mierda, qué le hiciste a mi nenito.
El silencio posterior se escuchó desde el infinito, desde todas las materias oscuras inimaginables. Petrificada, Noelia no salía de su asombro. ¿Por qué había dicho "enana de mierda"?. ¿Era necesario?, ¿lo pedía el guión?. Como un yunque, y otro, y otro, le cayeron aquellas palabras. Enana de mierda. Enana de mierda. ¿Qué sentido tenía? Ahora era poco más que un felpudo cuando segundos antes había estado en la cima interpretativa. ¿Valía la pena el sacrificio? ¿Y tanta pregunta? Su retraimiento se hizo evidente, toda su figura se contrajo de repente. Era más cortita. Y más cabezona. Como si hubiese obrado un milagro.
- ¿Era por el nombre? Me hubieras dicho desde el principio, pero creo que no es para tanto. ¡Llegar hasta este límite! Si Gaucho Gris no te gustaba yo..., y lo otro, lo de enana de m..., me parece un poco fuera de tono, no sé, es mi opinión, eso de decirme enana, capaz que lo podemos saltear, evitar tanta violencia. La violencia engendra más violencia, aunque usarla con enanos de verdad, pero yo, yo Alberto, ¿te parezco una enana de verdad? Decime la verdad.
Cuando lo llamó "Alberto" le vino la imagen del Negro Olmedo estampado en el retrato. Ya lo había llamado así, claro, pero ahora era distinto. Ahora siempre es distinto. Un ligero estremecimiento (suelen ser así) se apoderó de su cuerpo, un sacudón. Cerró los ojos y los volvió abrir. El esperpento estaba ahí. Carballo estaba ahí, pero rodeados de objetos y cosas (que son iguales pero parecidos) que no había advertido, como si todo este tiempo hubieran formado parte de otro decorado. Detrás de Carballo Alberto se deplegaba una mesada plateada, casi fosforescente pero no, sobre la que se apoyaban varios tubos de ensayo, algunos mecheros de Bunsen y todo tipo de frascos con etiquetas ilegibles. Las imágenes se sucedían en la cabeza de Noelia con una movilidad sorprendente, veloces y caóticas, como flashes. Carballo se le acercó señalándole el hombro izquierdo, gimoteando.
- Tu hombro, ahí estaba, Mariposón... ¿Qué te hicieron?
En una perspectiva amplificada por el espanto, Noelia pudo ver sobre su hombro el aleteo de una mariposa. Más que verlo sentirlo, haciendo esfuerzos inútiles por recuperar su marcha recta, ahora perdida, haciendo "vientito", agarrotada como un acordeón. Y en su mano un caballito de batalla que bailoteaba en un frenesí de locas.

lunes, junio 25

Querido Blog


Querido diario, perdón, más bien debería decir, querido blog, aunque no me suena muy lindo, así que preso de mis hábitos mantengo el anacronismo...

Querido Diario,

Uruguay está re, pero re, bien. Parece que el crecimiento económico sigue re, pero re, fuerte. Eso yo me doy cuenta porque cada vez más gente me contesta el tele-chat. A propósito, si quieren hablar conmigo manden mensaje de texto al código 2666. Araña es mi seudónimo y lo elegí re antes de que venga la tercera parte de spider. Hablando de spider, esta tercera parte va a estar re buena, no me la pierdo ni loco.

Hablando de locos de alegría, Tinelli estaba muy contento con el campeonato de San Lorenzo. Es re positivo ver a la gente de buen humor y, más aún, a gente humilde y laburante como uno...(el "uno" no soy yo sino que se refiere genéricamente a los humanos). Igual extrañé un poco los bailes pero me dio tiempo para mandar cien mensajes votando por la uruguaya/o. No es que sea nacionalista pero ahora que se viene la Copa América...me vinieron como ganitas de altentar con fe y agitar mi bandera, hasta que celeste sea, el triunfo otra vez. Hablando de Celeste, qué será de la vida de Andrea del Bocca. Yo la bancaba a esa mina, medio frígida de mas, me parecía, pero la bancaba. Hablando de bancar, lo que ya no me banco más es la propaganda del Banco de Seguros....qué me vas a hacer creer que trabajo todo el día en el aire y vos tendés una red por toda la ciudad, gil de goma. ¿Seguro, para qué quiero seguro? Es un verde, verde lechugita., gil de goma. Hablando de Goma, qué se habrá echo el Bobby Goma, bobby bobby bobby goma que lindo y que simpático que sos.

A propósito, en Fox Sports México vi esta encuesta.

¿Qué crees que sucede el domingo en la final de la copa de oro?
1 Gana México comodamente
2 Gana México de forma ajustada
3 Gana México en el alargue
4 Gana México en los penales
5 Gana EEUU

La opción 5 tenía 49% y el cronista hablaba de cómo los mexicanos daban favorito a EEUU..?¿

sábado, junio 16

Yo que sé. Me parece que al final cualquiera inventa un país.

jueves, junio 14

¡Nuuuriaaaa!

Estoy triste, y no porque vayan a tirar la mítica Palmera del barrio de Gracia, que según cuentan, entró de contrabando por la región de Andalucía, hasta instalarse, o plantarse, definitivamente en Gracia y convertirse en el símbolo de todo aquello que representan las palmeras cuando se levantan, o se yerguen, bien de ánimo, ¿no?. Estoy triste porque. Entonces. Mientras tanto. Es así. Catalunya entera lo está: despidieron a Nuria y ya no es más mi compañera. "Desatame de este enredo." ¡Cómo se sufre!. Desde que tengo memoria laboral, tan frágil como la de una mosca, o la de uno de esos cincuentones que se bajan del "105" y no recuerdan a dónde van ni de dónde vienen. En realidad, y esto es una suposición, sí saben de dónde vienen, pero lo niegan para sumarle toque dramático, color, temblor, como si se tratara de un muñequito de gelatina. "Sí, no lo puedo creer, esto también me pasa a mí". Y al mismo tiempo, "¿justo a mí?". Desde que tengo... ¿Por qué me viene la imagen de Schellemberg a la cabeza? Ahh, ya sé. ¡Tumm! ¡Tumm! Sus ojitos achinados, los de Nuria, más un sombreado sutil que le produce un efecto de casi bigote. No es motivo de despido.

- Antes los bigotes eran signo de prestigio.
- Ahh.

¡La remera! No un tatuaje, ¡la remera! Dice "Nuria", como la de Schellemberg que dice "Schellemberg". Y tiene una casi joroba. Casi. Casi casi. Ay, N, Nuria, Noelia, Schellemberg, músico, loquito, diferente, casi casi.

- Vo, no jorobes con eso.
- Antes la joroba era un signo de prestigio, como el bastón.
- Ahh.

Tenía, tiene, algo que no puedo describir con palabras porque no me importa. Una colita de cometa, otra, una cintura de avispa, otra, o al revés. Y se fue justo. Casi. Casi casi.

- ¿Te sacaron la bocha del buche?
- ¿Qué?
- El buche...La Bocha, ¿te la sacaron?
- ¿Lo qué?
- Te tiraron el centro y....
- Ahh.

miércoles, junio 13

Feliz cumpleaños Zánder


Vos que estas tan lejos del paísito:
¡¡¡Te sientas como en casa!!!

martes, junio 5

Servicio a la comunidad



Si alguna vez recibieron un power point acerca de juegos de magia y en vano han intentado pensar en base a la pauta en lo más recóndito de sus cerebros y con la máxima determinación de engañar al jueguito estuvieron gastando pólvora en chimangos. Por tanto les descubro a sus ojos y luego de horas de investigación en dos casos espécificos, con elfin de que este sea el puntapié inicial.

1. El juego consiste en elegir una carta de de cuatro figuras de la baraja francesa y pensar en ella, luego hacer un click mágico y aparcen tres cartas y la que estuviste pensando no esta entre ellas. Te invitan a realñizarlo uan y otra vez, cambiando las combinaciones y cada vez que aparcen las tres cartas no elegidas no está, la que si está en tu mente. La solución es tan tonta como que ninguna de las cartas de la segunda ronda está en la primera.

2. El segundo plantea pensar un número de dos cifras y luego restarle los números que lo integran (si elegís 10 le restas 1 y el 0 lo que es igual a 9), luego vas a una grilla y receurdas un signo, realizás el click mágico y zás aparece el signo transmitido. Por donde va, si elegís cualquier número de dos cifras y le restas sus integrantes, el resultado es un múltiplo de nueve (23-2-3=18; 52-5-2=45; 99-9-9=81. cualquiera sabe que con cuatro ejemplo se puede probar todo lo que uno quiera) y todos los múltiplos de nueve tienen el mismos signo. Al igual que el anterior nos invitan a realizarlo una y otra vez cambiando los signos.

De esta manera si alguien les manda algún mail con este fin, les pueden reenviar una linda argumentación de su estupidez por asombrarse de tales hechos. Claro que pueden hacer lo mismo en los comentarios de este post.

jueves, mayo 31

Regreso triunfal

Así vuelvo a Quelepone. Por la puerta grande. Con un chiste realmente buenísimo. Para volver, vuelvo así. Si no era así, no volvía.



- Hola
- Hola, qué tal.
- Bien
- En qué andan tus cosas
- Bueno, ahora estoy escribiendo mis experiencias, las cosas que pienso, en un bloc.
- En un blog, querrás decir. Un blog.
- No, no, en un bloc (saca un bloc del bolsillo y se lo muestra)

martes, mayo 29

Elogio de la diversidad



lunes, mayo 28

Elogio de la imbecilidad


Estuve un rato pensando como ilustrar a esta campaña del BPS que descurbri en la web.
Mi descubrimiento fue dado que por trabajo entre la site del Banco, y me encuentro con la novedad de que es necesario concientizar a los jóvenes de sus derechos como trabajadores, que es mejor estar en caja y estar afiliado a DISSE que no.
Y la forma de concientizar es a través de un "super héroe"...
Los defensores hablaran de nuevas estrategias de comunicación menos acartonadas y que sean atractivas al público.
Los detractores aclamarán de como la sociedad postmoderna va corroyendo las bases mismas de las instituciones y de las personas.
Por mi parte, me cae antipático este personaje, pero también me cae antipático el "clip" de la ayuda del MS word, y éste último porque tiene cara de soberbio. Es como si en un momento cuando no sabés bien que hacer, venga el pedazo de alambre ese, te mire y te diga: "... (ufff) a ver... que querés ahora..."

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