Nadie viene

domingo, abril 9

Hablando se entiende la gente

El lenguaje es lo que nos diferencia del resto de los seres vivos que pueblan el planeta. Un lenguaje implica: un emisor, un receptor y un código común. Este último por supuesto que es arbitrario y cumple la función de comunicar información. Por tanto, este código implica poder realizar una abstracción; el único animal con capacidad de abstracción es el ser humano. Esto hemos oído con algunas pequeñas variaciones por parte de los profesores de filosofía que nos han tocado en suerte.

Ahora va mi experiencia personal, que trastocó todos los conceptos adquiridos hasta entonces. He conocido dos objetos que hablan. Esto no niega la afirmación de nuestros prestigiosos docentes ya que no fueron seres vivos los que me hablaron sino objetos.

El primero fue un ascensor y la verdad que su platica fue bastante aburrida. Me hizo recordar a varias charlas de esas que uno tiene sin mucho interés. Cada vez que la puerta del ascensor se abría, una mala imitación de una voz robótica me decía:

- Cuarto piso.

Debo admitir que la primera vez me sonó chistoso, un ascensor que me confirma obviedades, lo que observo en el numerito que él me muestra, me lo confirma con su voz chillona. Lo calificaría como una redundancia redundante. A la cuarta repetición ya el chiste me empezó a ofuscar. Pensaba en como asesinar al que hizo el ascensor y al maldito niño que apretó los botones de todos los pisos, quería que el ascensor no se abriera nunca más. Sobre este tipo de ascensores parlantes ya había escuchado algo, así que mi sorpresa fue de 7 en una escala 1 a 10.

El otro objeto con el cual he mantenido una conversación, es una situación un tanto más extravagante. Contexto: 2 am. Siento un poco de hambre y me levanto a procurar algo de alimento. Me dirigí a la cocina para prepararme un emparedado (que astucia la mía ehhhhhhh). Me encontraba en la ardua tarea de untar con mayonesa toda la superficie del pan, cuando escucho casi la misma voz chillona del ascensor que me dice:

- El refrigerador ha quedado abierto.

Se imaginan mi indignación, ahora también me habla la heladera. Y para colmo, hablan cual novias enojadas, no esperan respuestas que puedan justificarnos, ni nuestra opinión sobre el suceso. No, lo único que les interesa es que cumplas con lo que te piden. En este punto me enojé y procedí a no cerrar la puerta, a la espera de lo que me diría la yegua de la heladera, yo le digo heladera aunque ella se autodenomina refrigerador. La muy soreta se mantenía callada, ignorando mi furia. Comencé a insultarla, mis improperios fueron creciendo en forma directa con su mutismo. A los 3 minutos, cuando ya estaba recordando toda la cadena familiar de la maldita heladera, la muy perra me soltó cual si no hubiese escuchado todos mis disparates:

- El refrigerador ha quedado abierto.

En ese preciso instante le salté arriba y comencé a darle puñetazos en lo que interpreté sería su estomago.

Han pasado un par de horas y aquí estoy, poniéndome hielo en mis maltrechas manos y pensando lo del título:
Hablando se entiende la gente................pero definitivamente no: la gente y los objetos.



Comments:
Querido Agabral: tu situación no es excepción en tiempos actuales, pero no por eso deja de ser preocupante.
Me atrevo a sospechar, con alto grado de certeza, que no te hayabas completamente sobrio un día cualquiera a las 2am. Sabemos bien de quién hablamos cuando hablamos de tí(¿no es así, Agabral?). Con mayor certeza sospecho entonces que las expresiones orales de un refrigerador (como corresponde llamar a un refrigerador) no son más que producto de tu etílica imaginación. Por favor, deberías participar en el blog solo cuendo estés seguro de estar sobrio. Si no, podrías tener dos seudónimos para participar (dada la gravedad de tu caso, zander sabrá aceptar), uno para cuando estás bien y otro para cuando estás mal. En fin, solo sugerencias de alguien que te quiere.
p.d: contales a tus amiguitos del blog que de chiquito te gustaba jugar a entrevistar electrodemésticos
 
A mi me habla la televisión, pero no le doy mucha bola
 
querida madre,

me pareceria mas oportuno mantener esta conversacion en privado, sino quizas todos mis fans empiecen ha sospechar sobre mi emancipacion del utero materno

saludos cordiales de quien te quiere y aprecia,

tu hijo agabral
 
Pero m'hijo, mire si viá creer que le habló la heladera!
 
Zander,
A la television hay que ignorarla, es una demagoga. Te habla a vos pero en realidad le esta hablando a millones de personas. Como decirte, la television es el Chavez de los electrodomesticos....Muerte a los electrodomesticos populistas....
 
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