Nadie viene

miércoles, abril 19

A "la diaria" y a Mariano

Mucho cotillón para una reseña, mucho espacio malversado, mucha infamia. Dudo que algún honorable integrante de la plantilla de Queleponé se haya tentado con este facilismo. Sólo un animal sería capaz de acudir a ese tipo de recursos, un animal cercano. Mis sospechas recaen sobre San Basilio, mi paloma tipiadora, que de un tiempo a esta parte destila tirria de su pluma por un padecimiento infortunado, una extraña variante de obsesión compulsiva que le lleva a pensar que cosas terribles sucederán de no acreditarse cierto tipo de acciones, que en forma de reseñas críticas, disfrazan confusamente un problema personal. Con recurrencia de mosquito funciona su síndrome y distintas personalidades de nuestra cultura se convierten en objetivos privilegiados de su pico monomaníaco, deudor de razonamientos tan polémicos como inevitables, que forzan la ocurrencia de presencias ominosas, fantasmas amenazantes, desastres naturales y hasta desaparición de migas, en el supuesto caso de no repetir con dedicado automatismo ciertas rutinas con el teclado, rutinas que hieren sensibilidad pura a expensas de su conciencia. San Basilio tiene una historia demasiado triste y demasiado larga para ser contada y nombrar su pérfida enfermedad forma parte de un programa que busca, si no justificar, indultar su figura por medio de la declaración de incompetencia, descartando premeditación y alevosía. Con esto asumo la responsabilidad que asume cualquier empleador que no verifica minuciosamente las credenciales morales y psicológicas de sus empleados. Ahora mismo, San Basilio está en su despacho apagando y encendiendo el interruptor de luz hasta llegar hasta 437, número que representa con exactitud la totalidad de su árbol genealógico. De no ser así, la habitación permanecería encendida ad infinitum debido a un problema personal(razones que no puedo hacer públicas) que impiden que pueda tocar el plástico del interruptor.

Sepan comprender a San Basilio, la paloma de Atilio.

PD: Además siempre sostuve que el nombre la diaria fue un hallazgo sonoramente irreverente y estéticamente revulsivo, por lo menos, mucho mejor que la cotidiana, la coti, el cara a cara o la de siempre.

Comments:
Así que ahí estaba San Basilio!!!!

Liberen a nuestro pariente!!!

Eso es esclavitud como en los bolivianos de Argentina!!!!


!!!!!!!

!!!!!!!
 
Pregunta para San Basilio.

Quiero que cuentes (cuando logres escapar del yugo de tu amo) una tardecita de juerga en la Plaza del Entrevero, con tantos palomos y palomas revoloteando y sobredosis de migas de pan.......

es tan orgíastico como me imagino?
 
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