QUELEPONÉ

(Otra pasaje legalmente plagiado al mismo autor naturalista francés, con el argumento de que "estas cosas son naturales que sucedan, incluso por algún misterioso propósito, es bueno que pasen")

Los apuntes podían esperar, mi salud no. Por las dudas me voy a tomar una gota más, como bien dice el dicho, mejor prevenir que curar...¡Listo!...No, todavía no, ¡dale gota de mierda!....Ahora sí. Me siento renovado, más de lo que estaba antes, hasta hace un momento. Siento como una euforia climática, una conexión vaporosa entre las pleamares atmosféricas....el tiempo me rodea, siento que se emancipa de todo, ¡el tiempo loco y sus serenos avatares!. Es un levantamiento...un terremoto inverso y silencioso orquestado por un sol nimbado, distinto, que muestra sus anillos como una elegante dama, coqueta, que quiere llamar la atención: "Aquí estoy, ¡chupen giles!" parece decirme ..."Tiempo hay uno solo, el loco, el loco lindo". Hay una guerra declarada contra todos los demás “tiempos”...¡Tiempo del contratiempo!. Me siento un peregrino, voy con el viento y cada corpúsculo se convierte en una reminiscencia pura, sin huella, un firulete desarmado a merced de los sueños de un sumerio. ¡Gilgamesh!, ¡Gilgamesh!... estoy en tus sueños, en tu memoria.

- ¡Pará un poquito Muller!, ¿no te das cuenta que estás llamando la atención?
- ¿Quién es?...¿Quién está ahí?
- Muller, mil y una veces te he pedido prudencia...que las cosas van a salir de a poco, tran-qui-lo.
- ¡Basta!, ¿quién carajo está ahí?...
-Soy yo pelotudo, el loro, Picoloco.
-Ahhh, Picoloco, avisame antes, me asusté...¿dónde estás?
- Acá, al lado del frasquito...¿Y las gotas de Ginkgo?
- Las tomé recién..
- No tomaste nada, tenés que tomarlas...si no le voy a contar a tu tío
- ¡Loro alcahuete!, está bien....¿Conforme?

No se trataba de un amigo imaginario, tampoco de un loro verdadero, lo que se dice de carne y hueso. Ahora sí estoy en condiciones de afirmar que mi tío la tenía clara. Un lorito a pilas, como éste, con un breve parlamento por si acaso, es lo que necesito para advertir mi impericia con los frasquitos. A veces pienso que tengo una gotera, un sin número de perlitas instiladas que tienen como fin mantenerme en estado de atención pura, vigilando todos los átomos que me rodean. Un momento sostenido, como un agujero negro(aunque no sea negro), en el que no hay nada más que un clima cálido, un resguardo, y muy a lo lejos, pero muy a lo lejos, en otro lado, una tormenta, una simple tormenta. ¡Puede venir!, claro que puede venir, pero no todavía En fin, son solo pensamientos y quedan ahí, en ese lugar donde a veces las cosas, aunque improbables, adquieren el estatus de lo a veces pensado. Lo real es que este lorito alcahuete es un acierto de mi tío, uno de tantos, y tiene como propósito provocar una cadena de reacciones que me llevan a tomar las gotas, aun cuando haya pensado tomarlas. Un solo disparador, a la misma hora de siempre, en forma de "¡Pará un poquito Muller!..." alcanza para inducir las probables preguntas y sus probables respuestas. Sucedió así, y así sucede casi siempre.