QUELEPONÉ

(Reflexiones en caliente de un hincha del fútbol, hoy ante el partido Barcelona-Benfica, que dice ser más hincha que otro porque estuvo ahí, y el otro no)

Subir al ómnibus por la escalera o sacar la manteca de la heladera, si lo que se quiere es un pan con manteca, eso, es de buena persona. El argumento es simple y funciona con automatismo de chip. Pero la selectividad sería aún mayor si se agregara un tercer requisito, un imposible: la sonrisa perenne. No hay nadie en este mundo (en Melmac sí, aunque no adhiero a la tesis alfiana de que las mujeres son de Venus y los hombres de Melmac, insisto que se requiere más tiempo para comprobarlo) que sea buena persona y se esté riendo todo el tiempo, no, por la sencilla razón de que son contrarios (no sé si como el ying y el yang, capaz que si). Cualquiera de nosotros, todas personas que sacan la manteca de la heladera para hacerse un pan con manteca y toman el ómnibus subiendo la escalera, cualquiera, sospecharía de alguien el octavo pasajero y de alguien que se ríe todo el tiempo, como si fueran estafadores profesionales, chantajistas de la pantomima, haciendo que la cara se parezca, de forma rebuscada, a una hoja de eucaliptus muriéndose de risa. No me explico cómo, este tipo de gente, puede lograr ese efecto adonis sobre la mirada ingenua de muchas personas buenas y honestas, de colosos atributos morales, que creyendo ver un pasaporte a la alegría etérea y despegada, jopean sin querer la realidad, y caen decepcionados. Ta, acepto que no todos pueden andar por ahí poniedno caras de hoja de eucaliptus muriéndose de risa, pero la decepción tiene cara de idiotez, no me jodan. Eso me pasa a mí, confeso idiota, y buena persona. El fiasco de escuchar un cuarentón rompebolas, hincha ocasional de fútbol, de esos que se ponen la camista de un cuadro el día del partido y preguntan "¿contra quién jugamos?", de escuchar decir a esa misma persona con asombro de canario que "lo mejor de Ronaldinho es que todavía se ríe, siente el fútbol como si fuera un niño", eso es de mala persona. Con esto estoy proponiendo no sólo declarar a Ronaldinho mala persona( y decirle a Regueiro que con ese problema muscular maxilofacial no fue ciego de casualidad, por lo tanto absolverlo de cualquier tipo de premeditación) y estafador sino que incluyamos a los estúpidos, idiotas(no confesos) y bobos en esa privilegiada casilla de los protervos e ímprovos. Los nabos también son malas personas, lo son necesariamente. ¿Qué haría usted si Ronaldinho jugara en su cuadro además de nada?...Sin duda sacarlo al grito de "¿Qué te reís enfermo?". Entonces...