Nadie viene

martes, junio 6

Chinos

La vorágine de las imágenes nos disciplina los sentidos y su capacidad perceptiva. Si estamos metidos en un cuarto oscuro durante algunas horas, vamos a distinguir cientos, quizás miles de matices de la oscuridad. Tal vez, ni siquiera sea oscuro después de un cierto tiempo. Los pañeros flamencos eran capaces de distinguir a golpe de ojo cientos de diferentes negros, yo no creo llegar a diez.
La cultura visual occidental no puede diferenciar entre un chino, un coreano y un japonés. La rapidez del transporte de las señales desde el nervio óptico hasta nuestro cerebro y la descodificación de la información por parte de éste nos lleva a calificar simplemente como chino a todo humanoide que se mueva con ojos rasgados. Ó como coreano si estamos cerca del puerto, o como japonés si entramos a una florería. El contexto en que se mueven es lo que determina su origen, más allá de rasgos particulares de cada uno. Simplemente ojos rasgados.
Internet me acercó tres mediometrajes por la búsqueda de uno y quiso quién lo puso a disposición desde su máquina que junto a Takeshi Miiké, vinieran uno chino (hongkoleño para ser exacto) y uno coreano. Más allá de la calidad cinematográfica de cada uno, me llevó a realizar avances en mis precarios conocimientos para diferenciarlos a mis compatriotas orientales. Así los japoneses son personas (sobretodo las mujeres) que están muy traumadas por haber asesinados a sus hermanas mellizas encerrándolas en una caja para luego prenderlas fuego “accidentalmente”, las chinas comen fetos para poseer rostros perfectos y cuerpos esculturales a edad avanzada y los coreanos odian a los seres buenos y perfectos y van hasta el límite a la hora de hacerlos provocar el mal.
Respecto a lo físico todavía no logro escapar de los ojos rasgados, pero me parece que los coreanos son los que los tienen más “redonditos”.

Comments:
Son chinitos
 
algo redondo tienen:

los coreanos odian a los japoneses, los japoneses a los chinos y estos a los coreanos......

en este círculo nace la idea del eterno retorno
 
Para distinguirlos bien hay que preguntarles (en ingles) su apellido. Todos los chinos son Lee y los coreanos Park. El resto son japoneses.
 
a mi al principio me confundían con un chino.

que boludos ¿no?
 
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