QUELEPONÉ

Según datos proporcionados por mi hermana los peces tiene una memoria de apenas 15 segundos, esto les permite pasar su vida en espacios reducidos como lo son peceras, vasos, jarras y piletas. Cada 15 segundos la vida comienza de nuevo para el pez, y la otra punta de la pecera es un mundo totalmente desconocido y a explorar. Nuestra cabeza cientificista nos advierte: ¿Cuán profundo es el conocimiento de la vida acuática de Andrea Elson? Sinceramente no lo sé, pero yo le creo (bajo la premisa que por qué debo creerle más a una noticia que sale en una publicación de cuarta como lo son los diarios que llegan a mis manos, sobre un estudio realizado por una institución pomposamente insignificante como son las mayorías de las universidades que reseñan estas notas, que a los datos por mi hermana proporcionados).
El pez loro vive en un recipiente de vidrio que fue adquirido junto con el mismo una fría y lluviosa mañana de domingo en 18 de julio entre Gaboto y Tristán Narvaja. Pero la decisión no fue fácil, estaba entre un hamster y él. Y el ser de rostro rechoncho que ahora lo alimenta con sistemática ansiedad tardó varios minutos en hacerlo. Para el pez loro fueron únicamente 3 segundos y la conciencia de ser elegido 12 segundos, luego 15 segundos en una bolsa, 7 segundos en una bolsa 2 segundos de traslado de la bolsa a la pecera, desde una altura innecesariamente pronunciada , 6 segundos en un lugar nuevo, 15 segundos en un lugar nuevo, 15 segundos en un lugar nuevo.