viernes, setiembre 1
LA ENTREVISTA DE LOS VIERNES. Hoy: Payaso Pildorita
Sin dudas se trata de uno de los más talentosos humoristas del medio. Un distinto en el arte de "robar sonrisas". El payaso Pildorita empezó haciendo reír a sus familiares y hoy por hoy es uno de los más reconocidos artistas callejeros. Lo hemos visto en balnearios, en ómnibus, en plazas y esquinas "robando sonrisas" y carcajadas a grandes y chicos. Hoy, a seis meses del nacimiento de QUELEPONE, Pildorita accedió a entrevistarse con nosotros y nos cuenta su hermosa historia de vida, dedicada por entero al humor.
Eduardo- Hola Pildorita ¿qué contás?
Pildorita- Bien ¿y vos?
E-¿Cuándo arrancaste con esto de las payasadas?
P-De chiquito siempre tuve pasta. Yo vengo de una familia muy grande y muy cohesa, vivíamos 23 en la misma casa, cuatro generaciones juntas. Yo sería de la tercera generación. Y, como te decía, de chiquito ya tenía pasta de payaso. Ponéle, en las reuniones familiares yo la rompía imitando a Ultratón. Cazaba y decía "La tía Marta se hace dar por dos de sus sobrinos", y ahí era el jolgorio de la flia. "El Yona -mi primo- le roba a la abuela para comprarse falopa." Y jua, jua, jua...
E-Ahora, me contabas off the records que después la cosa cambió un poco...
P- Sí, sí. Porque cuando empecé a pelar fotos de lo que contaba, tal cual lo hacía Ultratón, empezaron a surgir algunos bolonki entre la flia, que es lo primero, lo más importante, lo que nunca se debe romper. Yo ahí ya tenía 12 años y no era ningún boludo. Al principio, no encaré demasiado bien. Una vuelta conté que a mi primita Maiaita, que por aquella época tenía 3 años, le gustaba "juguetear" con los "juguetes" de sus primitos mayores y se me vino la maraña en contra. Yo llevé una foto que había sacado mientras Maiaita se confundía mi pene con su chupete y algunos de mis familiares no lo encontraron muy gracioso. Era muy frustrante, ya no lograba despertar las carcajadas de antaño con mis ocurrencias. Y vos sabés Eduardo, que uno vive de las risas de su público.
E-Ahí se te ocurre la gran idea.¿no?
P-Claro.Como dice Fabián Cohelo en un libro que está de más que yo leí en la cana, dice algo así como: "Una montaña es una montaña. Pero la montaña jamás será un pez, salvo que se convierta en un pez". Eso, grosso modo, quiere decir que a una crisis sobrevienen momentos muy, pero muy buenos, jodidamente buenos. Y aproveché ese momento crítico, lo analicé y entendí cómo debía seguir con mi vocación de "robarle una carcajada a la gente". Eso: "robarle una carcajada a la gente" pensé. Si no podía por las buenas, entonces por las malas. ¿Qué hice entonces?. Empecé a chantajear a mi familia con la data que yo manejaba. Ponéle, por ejemplo, "La tía X le mató el jamster a la nietita Z porque le comía el queso que X guardaba debajo de su almohada". Yo iba y le decía a la tía X "si vos te reís de mis chistes, nadie se va a enterar lo que pasó con el pobrecito jamster". Y ella me contesta, ponéle, por ejemplo, "Calláte pendejo". "A ver, a ver tía. Me parece que vos no me estás entendiendo. Yo ya no soy el nene lindo que hacía reír en los cumpleaños de los primos. Y vos tampoco sos la yegua que eras antes, así que no me refriegues tus tetas para chantajearme. Ahora el chantaje lo propongo yo. Vos te reís de mis chistes y nadie se entera lo del jamster. ¿Te parece?". "Es una amenza" me pregunta, ponéle. Y yo le contesto, por ejemplo, "Tomálo como quieras". Y ella me dice... yo qué sé... "Con hielo enotonces, je je je..." "Callate -le digo- perra, los chistes los hago yo." ¿Me entendés cómo fue el cambio entonces? Y me salió bien, nuevamente todo el mundo se reía de mis chistes, porque yo sabía algo de todos y cada uno de mis familiares que ellos querían conservar en el más profundo de los secretos.
E-Después empezaste con las kermesse de barrio y así arranca tu fama ¿no?
P-Ahí va. Me entero que hay una kermesse en la escuela de la cuadra. Yo ya tenía 17 años y como mi barrio era básicamente un montón de casas como la mía y yo sabía lo que pasaba en cada una de ellas, agarré y me di una vueltita por lo de cada vecino. Ya ahí me hice acompañar por mi primo, el Yona. Como yo estaba pasando alguna cosita, alguna sustancia, nada grande, le propuse a mi primo que los días de actuación yo le regalaba la falopa. Entonces él me acompañaba a apretar a los vecinos y el día de la actuación yo le daba abundante de esto y de aquello y ahí quedaba, paradito al lado mío en el escenario, semi disfrazado y semi vivo... comiquísimo.
E- ¿Y seguiste ampliando tu platea?
P- Claro. Si yo sabía que habría algún evento en algún lado, mandaba al Yona a que averigüe alguna cosita del organizador y después lo apretábamos para que nos incluyera en su programación. Así llegué a meter un quinquenio en el Jardín de la Mutual. Pero cuando Fermín dejó de sacar las bolillas del bingo se me acabó la jodita, porque yo sabía mucha cosa chancha de ese enano - a quien aprovecho para mandarle un cálido abrazo, aunque me tenga que agachar, jua jua jua.-
E- ...
P- ¿No te causó gracia Eduardo?
E- Bueno, ...
P-¿Querés que cuente en qué anda tu mano derecha en este preciso instante?
E- Jua jua jua, qué bueno lo de el abrazo... Aunque te tengas que agachar.. jua jua jua. Porque Fermín es un enano, ahí va.
P- Jua juajua.
E-Bueno. Después das el gran salto y te subís a los bondis.
P-Sí. Ahí ya el Yona venía conmigo a todos lados. Ya ahí el estaba con el tema de la lata, lo cual me vino bárbaro porque solucionaba el tema de trabajar con un público al cual no conocía lo suficiente como para amedrentarlo con su pasado oscuro. Entonces le sucaba al Yona, con esa mirada perdida y en seguida todos entendían que había que reírse. Ahí ya empezamos a subir con el slogan de "15 años robando sonrisas" y a desarrollar diversas técnicas para obligar a la gente a reírse, siempre apuntando a ridiculizar y jugar con los miedos del público, porque ese es el rol del payaso ¿no?.
E-Bueno, no sé si estoy tan de acu...
P-¿Querés que cuente en qué sigue tu mano derecha en este instante?
E-No, claro tenés toda la razón.
P-Ahí va, ahora nos entendemos. A ver una sonrisita. No, más natural Eduardo... eso, ahí me gustó. A ver ahora una carcajada... eso, ahí va.
E-Bueno. te hago la última. ¿Cómo se te ocurrió eso de tatuarte la máscara de payaso en tu propia cara?
P-Fue en la cana. Algunos presos eligen el dolor para pasar el tiempo, entonces los pibes se cortan los brazos, se queman, se rapan. Yo siempre aposté a la alegría, como ya sabés, a la risa, y decidí tatuarme la sonrisa del payaso. Aparte así ya no tenía que limpiarme de noche y volver a pintarme al otro día.
E-Ahora, con los años el tatuaje ha perdido un poco su colorido¿No te da cosita que con los años el colorido del tatuaje se haya venido a menos y parezcas más un muerto que un vivo?
P-La verdad que me chupa un huevo. Siempre me dediqué a robar sonrisas y para eso no hace falta buena presencia, no hace falta ser gracioso, ni siquiera aparentar estar vivo, más bien estar DE vivo. Tengo mis técnicas y funcionan bien. Incluso, el aspecto que me da este tatuaje en la cara ayuda a intimidar al público.
E-Bueno. Muchas gracias Pildorita. Te dejo así te tomás el 158 que viene lleno de gente con ganas de reírse contigo. ¿Algunas palabras para los muchachos de QUELEPONE y sus 6 meses en el éter?
P- No. No me causan ninguna gracia.
clap clap clap clap
(luego de los aplausos el personaje se retira sabiendo que en los blogs las buenas historias bien contadas son posible (es un eufemismo de literatura, ya lo sé)
..jojo....jujujujuju
(estamos en paz pil?)
"Soy de la ciudad con todo lo que ves. Con su aire, con su gente, consume vejez."
nestor.
Felicitaciones por los seis meses
ja!
ese pildorita es lo más perversón del mundo!
una estructura lacaniana con patassssss
me encanta lo del tatuaje...
ahhh...
viva perón!
<< Home